Iberdrola redobla la presión al Gobierno español para frenar el apagón nuclear. El presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, alerta de que los precios de la electricidad que pagan los españoles se disparará si el Ejecutivo comete el “gran error” de cerrar todas las centrales nucleares y no se revisa el calendario de cierres de centrales previsto, con clausuras programadas desde 2027 y 2035.
Galán ha ido intensificando su posicionamiento público a favor de prolongar la vida de las centrales españoles (en las que Iberdrola y Endesa participan en los accionariados de casi todas ellas y se reparten tienen casi a partes iguales la cuota de grandes operadores nuclares del mercado nacional) y ahora alerta de las consecuencias para los clientes de cerrar los reactores. “Si las centrales nucleares cierran, tenemos algunos análisis que indican que los precios minoritstas aumentarán entre un 25% y un 30%”, ha apuntado en declaraciones a Financial Times.
El presidente de Iberdrola se hace eco de un informe de la consultora PwC sobre el impacto del cierre de las nucleares, en el que se anticipa que el apagón nuclear en España implicaría un incremento del precio del mercado mayorista de electricidad de casi 37 euros por megavatio hora (MWh), dado que la producción de todas las centrales nucleares tendría que ser sustituida por tecnologías de coste variable muy superior, como son las plantas de ciclo combinado de gas natural. La cotización al alza del mercado eléctrico se traduciría en un incremento del recibo eléctrico de un 23% para los hogares y pymes, y de un 35% para la industria.
«¿Podemos nosotros, como europeos, estar en condiciones de renunciar a esos recursos energéticos naturales solo por ideología? ¿O tenemos que ser pragmáticos, como los americanos?«, indica Sánchez Galán, que pide al Gobierno de Pedro Sánchez no replicar el “gran error” cometido por Alemania de cerrar de manera anticipada su parque nuclear, y que ahora el nuevo Ejecutivo germano explora la posibilidad de reabrir alguno de los reactores.
Diálogo eléctricas-Gobierno
Las grandes eléctricas pactaron en 2019 entre ellas y con Enresa, la empresa pública encargada de desmantelar las centrales y de gestionar los residuos radiactivos, un calendario de cierre progresivo de todos los reactores. El acuerdo con Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP -las eléctricas propietarias de las plantas- establece una clausura escalonada de las plantas que arrancaría en 2027 (con Almaraz) y culminaría con el último el cierre en 2035 (con Trillo). Un pacto que servía entonces para apagar el enfrentamiento entre las propias compañías eléctricas sobre cuándo cerrar en las centrales y cuánto invertir en ellas para mantenerlas en funcionamiento.
Iberdrola y Endesa han reclamado ahora establecer un diálogo directo con el Gobierno para debatir sobre la conveniencia de alargar la vida de las centrales nucleares y aplazar las clausuras programadas, y también para acordar nuevas condiciones sobre las cargas fiscales que soportan las plantas y que, según las compañías, hace inviable la rentabilidad futura de las instalaciones. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, sostiene ahora que ese diálogo reclamado por Iberdrola y Endesa siempre ha existido y que es permanente, y que en esas conversaciones constantes las compañías eléctricas siguen sin reclamar al Gobierno un cambio en las fecha de cierre previstas.