Vi a los médicos tratando de reanimarme

La historia de Tessa Romero parece de ciencia ficción. Padecía una enfermedad ‘extraña’ a la que los médicos no consiguieron ponerle nombre y apellidos. Los órganos comenzaron a fallarles y llegó a estar en cuidados paliativos. Cuando fue a recoger a sus hijas al colegio «empecé a notar que mi corazón se paraba, llamaron a la ambulancia, pero no pudieron reanimarme. Llegué al hospital y allí fue cuando estuve clínicamente muerta».

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