El futuro ya es presente en el tenis. Son jóvenes, pero parecen estar más que preparados para asumir el mando de un deporte en el que parece que el cuento de la experiencia ha dejado de tener relevancia. Ni que decir tiene que Carlos Alcaraz y Jannik Sinner están consolidados como los capos de un circuito que ahora ve irrumpir a otro joven como Jack Draper tras presentarse en sociedad imponiéndose a otro del que se espera muchísimo como Holger Rune en la final del Masters 1.000 de Indian Wells.
A todos les une una cosa: los cuatro forman parte de la generación Z y nacieron más allá del año 2.000. Alcaraz y Rune son del 2003 (21 años ambos) mientras que Sinner y Draper son un poco más mayores, del 2001 (23 años). Ahora mismo, el italiano (1º del ránking a pesar de su sanción por dopaje), el español (3º) y el británico (7º) están ya entre los diez mejores del mundo, mientras que el noruego se ha quedado a las puertas (12º) y apunta a volver en no mucho tiempo, puesto que apenas defiende puntos en los próximos torneos.
Así ha quedado el ránking tras un Indian Wells que apunta a tener una lectura que trasciende más allá de lo que pasó en el desierto de Phoenix. Sin el sancionado Sinner, Draper, Rune y Alcaraz llegaron a semis, y por primera vez en la historia tres jugadores nacidos después del año 2000 disputaron las semifinales de un Masters 1.000. Únicamente el ruso Daniil Medvedev, que cayó en semis ante Rune, fue capaz de mantener el envite de una generación que ve cómo los más jóvenes les han ganado todo el terreno.
Más clavos en el ataud de la ‘Next Gen’
Ruud, Rublev, De Miñaur, Fritz, Tsitsipas y sobre todo Zverev, número dos, decepcionaron de forma notoria en un torneo que puede marcar la tendencia del futuro. La ‘Next Gen’ ya se había resignado a ser esa generación que recogía las migajas del ‘Big Three’. Cuando estos se fueron, la precocidad de Alcaraz y la irrupción posterior de Sinner, unidas a la resistencia de Djokovic, no les dejó disfrutar del que parecía iba a ser su momento triunfal. Ese que cada vez parece más lejano.
A los dos grandes talentos jóvenes que dominan actualmente el tenis se les ha sumado recientemente Draper, que tras varios años de calvario con las lesiones que frenaron su progresión ha podido demostrar su nivel. Y un Rune que tras un 2024 más que dubitativo parece volver a enocontrar el camino hacia lo que todo el mundo del tenis le preveía: ser el tercero en discordia con Alcaraz y Sinner.
Tendrá que apretar, eso sí, para lograrlo, y más tras ver el arreon de Draper. Zurdo y dueño de un catálogo de golpes que se adaptan tanto a la hierba y la pista dura, el británico ha irrumpido en el top-10 asaltando el séptimo puesto del ránking. Una situación que no sorprende por su talento, pero que se ha hecho esperar más tiempo del previsto.
Draper y el camino de Fonseca, Tien…
Nacido en Sutton (Londres) el 22 de diciembre de 2001, irrumpió como tenista profesional en 2022, cuando se coló entre los 50 mejores del mundo. Sin embargo, los problemas físicos cortaron la progresión de alguien que ha llegado a decir que «odia» que le llamen «el chico que se lesiona».
Hace un par de meses, en el Open de Australia, se retiró durante su partido de octavos de final ante Alcaraz por ese motivo, y el español le puso un mensaje en la cámara que ha resultado acertado: «Estarás donde te mereces. Recupérate pronto», le dijo Alcaraz, y el receptor no ha tardado en demostrar que ya lo está, precisamente imponiéndose al murciano en las semifinales de Indian Wells antes de conquistar el torneo en la final ante Rune.
Ganador en el desierto y finalista en Doha, ha presentado sus credenciales para ser uno más en la lucha por los títulos. Le ha costado, pero ya ha llegado, y de paso ha enseñado el camino a otros jóvenes descarados que ya están dando mucho que hablar este año. Cuatro chicos del 2006 como Joao Fonseca, Alex Michelsen, Jakub Mensik y Learner Tien están acaparando focos, dejando entrever a sus 19 años que quieren su hueco en el futuro del tenis. Y que ahora llegan a Miami.