¿Qué le ha traído por Canarias?
En pocas palabras, el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Valentín Martínez. Es absolutamente maravilloso. Soy fan suyo y de la astronomía solar. Lo conocí cuando yo trabajaba para la National Science Fundation (NSF) y él era director del Observatorio Solar Nacional de Estados Unidos. Cando surgió la oportunidad de venir a las Islas Canarias, pensé que sería un buen momento para ver una instalación de clase mundial poco apreciada para la astronomía y la astrofísica. La cumbre de La Palma es, en mi opinión, uno de los tres mejores lugares del mundo para la investigación astronómica. El resto del mundo no aprecia lo suficiente el poder de la ciencia que se realiza en Canarias. Así que, para mí, es una oportunidad no solo de conocer a la gente del IAC, de visitar un lugar hermoso, sino también de ver de primera mano esta magnífica instalación que, en muchos sentidos, está cambiando nuestra comprensión del universo.
¿Por qué cree que se da esta paradoja?
Cuando me preguntan por qué no sabemos más sobre los observatorios canarios, reflexiono sobre los telescopios que sí conocemos muy bien, como los de la cima del Mauna Kea o los de los Andes chilenos. Son instalaciones que llevan mucho tiempo ahí, y, además, donde Estados Unidos ha instalado observatorios. Quizás las instalaciones que hay aquí en las Islas Canarias sean importantes para nuestro conocimiento global, pero la gente de mi país no las conoce porque no hay tanta participación estadounidense. Por ejemplo, Estados Unidos es socio del Gran Telescopio Canarias, pero eso se debe únicamente a que hay una universidad en uno de los 50 estados de Estados Unidos que es socia del GTC. No creo que el problema sea que el IAC, el GTC o España no estén publicitando lo suficiente lo que tienen. Creo que el problema es que, como científico, consideras la ciencia como un esfuerzo global. Lo que conocemos como humanidad no depende de, por ejemplo, si esto se hizo en España, en Estados Unidos, en Canadá o en Japón. Lo que importa es que hicimos este descubrimiento. Y cuando se cuentan esas historias, a mucha gente ni siquiera se le ocurre preguntar: «Bueno, ¿dónde estaban las instalaciones? ¿Y qué tenía de especial que permitió este descubrimiento?». Mucha gente ni siquiera se da cuenta de lo productivo que ha sido GTC. Es una lástima que no haya más personas de todo el mundo, de países no miembros del GTC, que no se postulen a utilizarlo. Así que creo que el problema es la falta de percepción de oportunidades.
¿Este desconocimiento es el que ha arrastrado la oportunidad de que La Palma albergue el Telescopio de Treinta Metros?
Desde un punto de vista científico, creo que solo si este telescopio pudiera estar en la cima del Mauna Kea, ese sería el lugar ideal para la ciencia. Mauna Kea tiene algunas pequeñas ventajas sobre La Palma. Son tres: está más cerca del ecuador que La Palma. Esto significa que ambos pueden ver todo el hemisferio norte, pero desde Mauna Kea se ve más lejos en el hemisferio sur. La segunda es que Mauna Kea está un poco más alto que La Palma. (4000 metros frente a 2.500), lo que mejora la visibilidad. El tercer factor es la humedad, que es menor en Mauna Kea. Además. La Palma ahora mismo requiere una carretera más ancha. Pero creo que si el Gobierno español se compromete a ampliar y mejorar esta carretera y le dijera al TMT de construir aquí hoy mismo, sería un argumento muy sólido.
¿Y cree que el proyecto del TMT se acabará materializado?
Cada semana que se retrasa la construcción del TMT, su coste aumenta en aproximadamente un millón de euros. A día de hoy podemos decir que la construcción del TMT depende de dos cosas. Una es lo que está ocurriendo en Estados Unidos ahora mismo a nivel político. Llevamos ocho semanas de una nueva administración presidencial y hay cierto pesimismo sobre la voluntad de EE. UU. de seguir financiando la ciencia fundamental. Pero los componentes del TMT están completos en un 84%. La mayoría de los espejos ya están construidos y la mayoría de los instrumentos están diseñados, así que estamos muy cerca de tener todas sus piezas. En lo que estamos más lejos es en saber si este proyecto será aprobado por la gente. La Autoridad de Administración y Supervisión de Mauna Kea. Esta autoridad será quien decida qué y cuántos telescopios se instalarán. Hasta que se tome esa decisión, todos los involucrados en el TMT prefieren esperar. Pero si dicen que no, La Palma será la ubicación alternativa y es un sitio muy bueno. Lo peor que puede pasar es que no consigamos el TMT, porque significaría que no tendremos grandes telescopios de nueva generación en el hemisferio norte.
Ha visitado La Palma recientemente, ¿qué le ha parecido el Observatorio y sus cielos?
Todo es maravilloso. Los lugares como este despiden cierto romanticismo. Como habitantes de la Tierra, durante miles de años hemos mirado al cielo y pensado en nuestro lugar en el universo. Y ahora hemos aprendido que cada estrella que vemos es como un sol para quienes viven en los planetas de alrededor. Por eso, quizás me siento muy pequeño en la cima de La Palma. Lo que intentamos hacer es observar todo lo que queramos y aprender todo lo posible, porque aún hay mucho que desconocemos. Si no miras, asumirás cosas sobre el universo que podrían no ser ciertas. Pensamos, por ejemplo, en cada estrella y cada planeta que vemos como un billete de lotería. Creemos que ganamos la lotería con la Tierra porque estamos aquí pero, ¿somos siquiera el gran premio? ¿Qué probabilidades hay de ganar un premio? ¿Qué otros premios hay? Desconocemos todas esas respuestas. Cuando estoy en la cumbre de La Palma, cuando miro de noche hacia el GTC que mira al universo, esto es lo que pienso.
¿Acudirá también al Teide?
Sí, visitaré también el Teide. Probablemente mañana o el viernes.
Adentrándonos de lleno en la astrofísica ¿cuál diría que es su mayor reto?
Una de las preguntas más importantes que queremos responder es cómo se formó el universo. Sabemos cómo se ven las cosas hoy, pero desconocemos cómo evolucionaron desde un estado muy primitivo hasta llegar a ser como las vemos. Tenemos un nuevo telescopio espacial, el Telescopio Espacial James Webb, que ha observado los objetos más antiguos del universo que jamás hayamos visto. Y no se ven como esperábamos. No es sorprendente cuando nunca antes se había visto algo así y parte de no saberlo supone averiguarlo. El Telescopio Espacial James Webb es genial, pero solo es un observatorio. Más del 90% de las propuestas presentadas el año pasado para su uso fueron rechazadas, incluidas las que obtuvieron la calificación más alta. Todos quieren usarlo, pero si existen otras instalaciones que puedan realizar parte de esa misma ciencia, como el TMT, eso representa una oportunidad para que más astrónomos aprendan sobre el universo. Si tuvieras un telescopio terrestre lo suficientemente grande y potente como para hacerlo, no necesitarías dedicarle tiempo al JWST. Los telescopios terrestres ofrecen grandes ventajas sobre los telescopios espaciales. Desde la Tierra, se puede captar más luz. Treinta metros de diámetro es mucho más que 6,5 metros, por lo que se capta más luz y obtienes una mejor resolución. El James Webb solo capta un 21 % de lo luz que captaría un telescopio de 30 metros. Y además, tenemos esta enorme ventaja: los instrumentos del JWST nunca se actualizarán. El JWST está a 1,5 millones de kilómetros de distancia en el espacio. ¿Cómo vas a reemplazar un instrumento?
¿Qué cree que se puede hacer para resolver el gran misterio de la materia oscura?
Me encanta la materia oscura y es una muy buena pregunta. Hay dos enfoques. Uno consiste en hacer lo que hacen los físicos de partículas: diseñan experimentos y se busca cualquier interacción de la materia oscura, sea cual sea, con la materia de la que estamos hechos, con la materia normal, con cosas hechas de protones, neutrones, electrones, y con las partículas que conocemos. Es importante hacerlo, porque si hay alguna interacción, queremos descubrir cuál es. El segundo paso es la astronomía. Porque hay una gran posibilidad de que, si la materia oscura existe, no interactúe en absoluto con la materia normal, excepto por la gravedad.
¿Es posible?
Sí, es posible, aunque para la física de partículas es una pesadilla (ríe) Hay muchos modelos. Pero si eso sucede, aún podría ser posible que la materia oscura solo interactúe consigo misma. Y si así fuera, podríamos comprobarlo con la astrofísica. Porque vemos galaxias de todos los tamaños y masas. El potencial para verlo está en las más pequeñas que solo contienen unas 1000 estrellas, ya que tienen enormes cantidades de materia oscura. Si se usa la astrofísica para medir las estrellas de esa galaxia se podría percibir la gravedad de la materia oscura.
Si pudiera realizar un solo experimento para los próximos 50 años sin restricciones presupuestarias ni tecnológicas. ¿Cuál sería?
Bueno. Hay mucho dónde elegir. Diría que, si no tuviera restricciones de presupuesto ni de tecnología, existe un concepto llamado telescopio gravitatorio que me gustaría poner en marcha. El Sol tiene gravedad y Einstein nos dice que la gravedad curva la luz. De hecho, demostramos la relatividad general hace más de 100 años al ver que, en un eclipse solar, la Luna se movió frente al Sol, y las estrellas no estaban donde están cuando el Sol no se encuentra. La posición de la estrella que vemos se desvía por el Sol. La gravedad no solo mueve la materia, sino que también curva la luz. Esto significa que si hubiera un planeta al otro lado del Sol que quisiéramos explorar, la gravedad del Sol puede curvar la luz del planeta y estirarla. Este telescopio tendría un pequeño disco que bloquearía la luz del sol (coronógrafo). De esta manera podemos obtener una imagen completa del planeta donde puedo ver si tiene continentes, océanos y nubes. Eso es lo que querría hacer. Porque ahora mismo, solo tenemos sueños lejanos como pensar en un cohete que pueda ir a la velocidad de la luz y podamos visitar otras estrellas. Eso es pura ciencia ficción. Pero esto propone algo que está al alcance de nuestra tecnología y que podríamos hacer en 50 años y uno en 50.000
¿Por qué este telescopio gravitatorio no es ni siquiera un proyecto?
Es muy difícil de llevar a cabo cuando tienes un presupuesto limitado. Que la gente decida invertir tanto dinero en algo que es ambicioso pero arriesgado. Porque, ¿qué pasa si decimos: «Oh, vamos a construir esto e invertimos en ello» y elegimos un planeta desafortunado que no es interesante y parece Mercurio? Si resulta que el elegido no es el planeta correcto y tenemos que mover el telescopio para enfocarlo a otro punto, tendríamos que mover la nave espacial. Es un gran esfuerzo por cada planeta que se quiera observar.