El maldito partido sin fecha, por Xavier Bosch

El Barça-Osasuna de la jornada 27 se suspendió, a poco del inicio, por la muerte del Doctor Miñarro. Al conocerse la noticia, los dos equipos estuvieron a la altura. No había duda de que el partido no podía disputarse. También, la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga de Futbol Profesional mostraron una comprensión total y absoluta. Pasados los días de luto, teniéndose que poner los dos equipos de acuerdo para jugar el partido pendiente y sabiendo que el calendario no daba con una fecha libre hasta finales de mayo, LaLiga ha tirado por el camino de en medio. A través del juez disciplinario ha impuesto la fecha del 27 de marzo, el próximo jueves. La imposición ha indignado a Hansi Flick, al que vieron enfadado como pocas veces en Sant Joan Despí.

Al seguir vivo en Champions y en la Copa -con la vuelta pendiente contra el Atlético-, los compromisos del Barça lo condicionan todo. Y, por ello, la solución salomónica que se juegue el próximo jueves, aunque un montón de internacionales justo regresen de jugar con sus respectivas selecciones y cuando Raphinha y Araujo volverán de un viaje transoceánico con las horas justas. Lo que sorprende de este episodio tan poca empatía por las partes. El Barça-Osasuna se suspendió por una causa de fuerza mayor y, ahora, toda esa generosidad y ese buen rollo se ha esfumado.

Por una parte, cualquier socio del Barça puede entender que, si el equipo estará en la lucha por LaLiga, tener un partido pendiente, solo con la última jornada por jugar, es tener algo de ventaja. Un ‘bonus track’, una propina para conseguir tres puntos, en casa, ante Osasuna, justo antes de la jornada final. O, otro escenario… Pongamos que Barça o Madrid se despegan en la clasificación y, llegado ese 21 de mayo, por el partido pendiente uno puede ser campeón o el otro puede retrasar el alirón. ¿Apostamos algo que el Madrid está medrando para que el Barça-Osasuna no se juegue el 21 de mayo?

Todo este embrollo, del maldito partido sin fecha, tras el recurso de catalanes y navarros para no jugar el jueves 27 de marzo, me hace temer que los de Flick no lleguen a la final de Copa para, así, tener una fecha libre para que Barça y Osasuna disputen su encuentro mucho antes del final del Campeonato. Por suerte, la fecha definitiva se dirimirá antes de saber el desenlace de la vuelta de las semifinales de Copa, para evitar las suspicacias.

Dicho esto, el Barça líder debe ganar a Osasuna en casa, con Raphinha o sin él, se juegue cuando se juegue. El agravio no quita que el episodio recuerde la forma como se perdió la Liga en el año de Bobby Robson. El Hércules, que ya había ganado en el Camp Nou, recibía al Barça en el antepenúltimo partido, en una Liga de 42 encuentros. Como la jornada 40 se disputaba el 1 de junio, el goleador Ronaldo ya tenía que estar concentrado con la selección de Brasil. No hubo forma de liberarle. Y, a pesar del tanto inicial de Luis Enrique, el Hércules ganó el partido, el Barça cedió el liderato al Real Madrid y los blancos ganaron esa Liga por dos puntos. Ojo, pues, porque cualquier partido puede ya significar un título. Y Flick no olvida que su primera derrota liguera fue en Pamplona.

ME HA GUSTADO

El currículum de Belletti empieza muy bien

Parece mentira que con la de generaciones de grandes futbolistas que ha sacado La Masia, el Barça juvenil encadenase 14 temporadas sin ganar la Copa del Rey Juvenil. Este año, sí. Y por la puerta grande. El 5-0 contra el Real Zaragoza en la final no deja lugar a dudas de que el equipo de Belletti fue muy superior a todos los rivales. Juan Hernández y Hugo Alba marcaron a pares, en un equipo donde destacan también el portero Yaakobishvili, el central Cuenca, Quim Junyent, Arnau Pradas o Jan Virgili. Pero, a estas alturas de la vida, lo que ha conseguido Belletti es ensamblar un equipo que juegue y luche como tal. Sin duda, el talento individual ayuda a marcar las diferencias, pero el trabajo táctico, físico y mental está convirtiendo al juvenil en un equipo tremendamente competitivo. Muchos de estos jugadores, mayores que Lamine Yamal, bien podrían pensar que ellos también merecerían tener la alternativa en el primer equipo, pero tienen los pies en el suelo, disfrutan con el fútbol y se ilusionan con ganar la Youth League. La tienen a su alcance. Mientras, Belletti, el héroe de la Champions de Rijkaard, se está labrando un nombre como entrenador. Seguramente, de haberle puesto en el Barça Atlètic, tras la marcha de Márquez, ahora otro gallo nos cantaría con el filial.

NO ME HA GUSTADO

Los recogepelotas antideportivos del ‘Cholo’

A medida que avanzaba la segunda parte del Atlético-Barça, los recogepelotas del Metropolitano se hacían el remolón a la hora de devolver el esférico al terreno de juego. Más aún cuando quien debía sacar era el Barça. Pero ya con el 2-1, en los últimos 25 minutos, cuando el balón salía por la línea de fondo, le hacían la pirula a Szczesny. Si salía por el palo derecho y el portero polaco se dirigía hacia allí… el recogepelotas del otro poste le ponía el balón en el césped por el otro lado. Así, era el cancerbero culé quien debía caminar de un lado a otro, para recogerlo y volver a cruzar el área pequeña para plantarlo en el otro lado. El impertérrito Szczesny no se inmutaba. Pedri sí se quejó de la jugarreta a De Burgos Bengoetxea, que siguió como si nada. Sin duda, el cholismo que no deja nada al azar cuida estos detalles. Es, sin embargo, una conducta antideportiva que debería sancionarse de alguna manera. La práctica de adiestrar a los recogepelotas para favorecer al equipo local es tan vieja como el fútbol, pero esta sofisticación atlética, que se veía tan claramente por televisión, es una mancha en un club que, si algo sabe, es perder educadamente.

MALA LECHE

1. Gerard Piqué se merece una estatua, si él quiere, por ser el mejor central de la historia del Barça. O por el megacontrato que perdonó al retirarse. Pero como mediador para que la Supercopa se juegue en Arabia, cobrando una multimillonaria comisión, parece una broma. 

2. Claro que, en el Barça actual, a los comisionistas se les alimenta y se pide un aplauso para ellos. Lo nunca visto. 

3. Hablando de estatuas… La de Johan Cruyff, que estaba en el parking de tribuna del Camp Nou, está ahora puesta de cualquier manera al lado de La Masia dejada de la mano de Dios. La de Kubala, en mi paseo por las obras, no la supe ver. 

4. Ayer recorrí todo el perímetro del Camp Nou. Si alguien espera que el 11 de mayo podamos jugar en casa contra el Madrid, no es que crea en los milagros, es que lo de los panes y los peces quedará en mera anécdota. 

5. Batalla por los postes. De los 27 disparos al palo en 43 encuentros, 7 son de Raphinha, 6 de Lewandowski, 5 de Lamine Yamal y 4 de Olmo. Hay partido.



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