A expensas de las entrevistas anunciadas por la Sareb con las familias afectadas por los desahucios -paralizados por el momento- en tres bloques del barrio Oliver de Zaragoza, el Sindicato de Inquilinas ha convocado una manifestación para exigir al conocido como banco malo la renovación de todos los contratos de alquiler «sin exclusiones». La concentración tendrá lugar este viernes, a las 18.00 horas, en el Corredor Verde con la calle Antonio Leyva.
Según recuerdan desde el Sindicato de Inquilinas, los bloques de viviendas situados en las calles Pedro Porter, Miguel Artigas y Obispo Paterno fueron construidos por la promotora 2552 poco antes de la crisis de 2008. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, el propietario de los pisos quebró y los bloques acabaron en manos de la Sareb. Mientras tanto, los inquilinos siguieron pagando sus rentas de alquiler.
Sin embargo, antes de comprobar la situación personal de estas familias, la Sareb acudió a la Justicia para ordenar los desahucios de 15 familias de este barrio zaragozano, lo que contraviene incluso los propios protocolos de la entidad semipública, que dictan que los gestores sociales del banco malo deben entrevistarse primero con los afectados en este tipo de casos.
Finalmente, tras la presión ejercida por los propios vecinos, el Sindicato de Inquilinas y la labor del abogado Francisco Javier Antoranz, la Sareb pidió al Juzgado que se paralizaran los desahucios para poder analizar los casos individualmente. Cuando se detectan casos de vulnerabilidad, el banco malo ofrece alquileres sociales a los individuos, mientras que al resto les brinda la posibilidad de comprar preferentemente las viviendas.
«La vivienda es un derecho»
No obstante, los vecinos han optado por no quedarse quietos y seguir presionando a la entidad con una nueva manifestación en las calles del barrio, puesto que consideran insuficiente los anuncios de la Sareb. «No nos conformamos con soluciones parciales. Estas son nuestras casas y no vamos a parar hasta que se garantice el derecho a la vivienda para todos y todas y tengamos contratos firmados y no solo promesas al aire», explican desde Bloques en Lucha del Oliver, la plataforma a través de la cual se han organizado los vecinos.
«La vivienda es un derecho, no un negocio. Vamos a luchar hasta el final por una sociedad igualitaria, en la que todo el mundo tenga garantizado el derecho a un techo», piden también desde el Sindicato de Inquilinas.