Alta tensión en Washington. El juez de distrito James E. Boasberg ha sentado este lunes en el banquillo a la Administración de Donald Trump -de forma física lo ha hecho su abogado defensor, el abogado del Departamento de Justicia Abhishek Kambli- para determinar si el Gobierno estadounidense desobedeció el sábado una orden del mismo juez que buscaba detener el proceso de deportación de cientos de venezolanos a El Salvador. Pero a lo largo de la audiencia, el magistrado no ha conseguido que el representante gubernamental aporte detalles sobre su comportamiento de este pasado fin de semana, con lo que ha exigido al Gobierno que recopile los datos exigidos y los facilite al juzgado antes del mediodía del martes.
El sábado, el Gobierno de Donald Trump envió más de 200 personas, algunos sospechosos de pertenecer a una banda criminal llamada Tren de Aragua, a El Salvador. Lo hizo pese a que el propio juez Boasberg había emitido una orden que exigía parar esos vuelos de deportación, aunque la Casa Blanca mantiene que la decisión llegó cuando los aviones ya estaban en aguas internacionales y por tanto el juez no tenía jurisdicción sobre los mismos.
Por el momento, el juez ha dejado claro que no busca determinar si el Gobierno de Trump tenía derecho a enviar a los migrantes a El Salvador, sino que se centrará en la cronología de los hechos, es decir, en qué sucedió y a qué hora para así poder decidir si el Gobierno violó su decisión del sábado.
El enviado de la Administración Trump, Abhishek Kambli, se ha negado a contestar a la pregunta de cuántos aviones salieron de Estados Unidos con deportados este fin de semana, y se ha centrado en recalcar que el Gobierno no desobedeció ninguna orden judicial, pero sin aportar detalles. El abogado ha insistido en que la única información que está autorizado a desvelar, incluso a un juez, es que ni se ignoró ni desobedeció la orden, porque cuando los aviones despegaron no existía tal orden. Y que no puede decir más por «motivos de seguridad nacional», ha asegurado, según ha contado el New York Times, que ha accedido a la declaración.
Entre los detalles que el juez ha pedido conocer están cuántos aviones salieron el fin de semana de Estados Unidos hacia El Salvador llevando a deportados, cuándo despegaron y aterrizaron, bajo qué autoridad se trasladó a esas personas -que no han tenido derecho a un juicio, y ni siquiera están acusados formalmente de ningún delito en EEUU-.
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