Con el mismo estilo que siempre exhibió como jugador, con un lenguaje claro y contundente, sin ambages ni dudas, porque la situación requere no titubear, Gabi Fernández llegó y en su primera comparecencia tras dirigir el entrenamiento del equipo mostró seguridad en que el Real Zaragoza va a sacar la situación adelante, que se va a salvar del descenso, y convicción en sus posibilidades y en las de su cuerpo técnico. «Necesitamos energía positiva y en eso soy el mejor, en otras cosas soy normal, pero en eso, el mejor», aseveró con contundencia en su primer mensaje, donde dejó claro quer venir no es un marrón ni una opción arriesgada y que solo piensa en ayudar al equipo por encima de una carrera como entrenador que acaba de iniciarse en el Getafe B y que puede vivir un descenso a Primera RFEF en esa hoja de servicios recién iniciada.
«Solo he pensado en ayudar al Zaragoza; lo que me interesa ahora es que el club se salve. Cuando lo salvemos, ya valoraremos si tengo experiencia o lo que necesita la entidad, pero ahora estoy centrado en salvarlo. Para mí no es ningún marrón ni es una opción arriesgada, sino que es la oportunidad de ayudar al equipo que me lo dio todo, a una ciudad y a un club que tengo muy presentes. No digo que sea todo de color de rosa, es una situación jodida, pero lo vamos a sacar. Que si estoy capacitado, sí, que si lo vamos a sacar adelante, sin duda», reflexionó con contundencia, mostrando confianza en cada una de sus palabras al tomar ls riendas de un equipo que puede vivir el mayor descalabro de su historia si se va a Primera RFEF.
Y esa seguridad la enseñó incluso en su primera declaración antes de comenzar las preguntas. «Lo más sencillo hubiera sido quedarme en Getafe, en mi zona de confort, en una situación cómoda en la tabla (en Segunda RFEF). Para mí es una oportunidad de demostrarle al Zaragoza que es un equipo especial, para ayudar a este club, mi hijo es de aquí, hay muchas situaciones que he vivido y eso te marca. El momento es ahora y estar aquí es un privilegio y lo vamos a sacar adelante. Por si alguien tiene alguna duda, que lo tenga claro», aseveró.
«Los chicos están bloqueados. Venimos a ayudar, pero no hago magia, no tengo una varita mágica, no soy Guardiola, por si alguno lo piensa. Con nuestra energía, creo que podemos salvar la situación, por eso estamos aquí»
Llega con cuatro ayudantes en su cuerpo técnico, Mario Jiménez, Salvador Sánchez, Dani Castro y Óscar Hernández, y «no nos lo pensamos, ni yo, ni ellos cuatro. Lo único que me importa es el futuro del club, ayudar a recuperar la confianza. Por las situaciones que se pueden vivir en un equipo como el Zaragoza y que todos conocemos, los chicos están bloqueados. Venimos a ayudar, pero no hago magia, no tengo una varita mágica, no soy Guardiola, por si alguno lo piensa. Con nuestra energía, creo que podemos salvar la situación, por eso estamos aquí», añadió, admitiendo justo delante de las camisetas que visitió de zaragocista que se emocionó al ver el repaso a su carrera de 4 años en el Zaragoza, entre 2007 y 2011, donde fue capitán y líder, con 144 partidos y 16 goles, algunos de ellos mostrados en esas imágenes.
«He visto a ese estadio ayudar y sacar en volandas situaciones adelante y también lo vi perjudicar. Ahora es momento de unión y de compromiso. No tengo ninguna duda de que el lunes la afición va a apoyar, la grada va a explotar y vamos a ganar»
Pero Gabi no vive del pasado y pidió a la afición que no lo haga, que se centre en el presente. «El jugar en La Romareda no todo el mundo es capaz de hacerlo, yo lo he vivido en primera persona, he visto a ese estadio ayudar y sacar en volandas situaciones adelante y también lo vi perjudicar. Ahora es momento de unión y de compromiso. No tengo ninguna duda de que el lunes la afición va a apoyar, la grada va a explotar y vamos a ganar», admitió el exjugador zaragocista, que sabe del valor del estadio en el camino que queda, con 6 partidos del total de 11 en casa, el primero de ellos el lunes ante el Córdoba.
Por eso insistió en la llamada a la grada, en ese factor fundamental de jugar en casa, donde el Zaragoza este curso ha sido un sumidero terrible de puntos, con solo 16 logrados de 45 posibles: «No es que sea importante, es que va a a ser vital. El cuerpo técnico, el club, los jugadores y La Romareda, son cuatro patas para una mesa que, si falla una, fallamos todos, y la mesa cojea, llevamos doce años cojeando. La situación es jodida. Si no sumamos y remamos todos, va a ser difícil que lo saquemos. La responsabilidad es mía y yo me como la mierda, pero esto es de todos. Quiero que lo entendamos todos y, por supuesto, la afición. Creo que son capaces de llevar al equipo en volandas; yo lo he vivido y no tengo ninguna duda de que lo van a hacer», aseveró.
«Si no sumamos todos, va a ser difícil que lo saquemos. La responsabilidad es mía y yo me como la mierda, pero esto es de todos. Quiero que lo entendamos todos y, por supuesto, la afición. Creo que son capaces de llevar al equipo en volandas, yo lo he vivido y no tengo ninguna duda de que lo van a hacer»
Acompañado por Roberto García, su agente, hijo de Manuel García Quilón, y de José Luis Pérez Caminero, histórico exfutbolista del Atlético y que ahora trabaja en esa agencia que lleva a Gabi, el mensaje de este no varió ni un ápice en la convicción y en la confianza. «Me muestro seguro por dos cosas, porque conozco al club y porque las situaciones que he vivido aquí que me han hecho madurar, confiar en mí y tener esa capacidad de transmitir. Hemos pasado de ser un Zaragoza que iba líder a un Zaragoza con problemas, pero lo vamos a cambiar», insistió para reafirmarse en esa seguridad en que el equipo va a huir del descenso a Primera RFEF.
«Es importante primero recuperar la mentalidad de los jugadores, que se liberen de la cabeza. Tenemos que ser mucho más sólidos, que estemos más juntos, que todos se mentalicen y responsabilicen de su aspecto defensivo, porque ya han demostrado que para arriba son muy buenos»
«A los jugadores les he dicho que en las situaciones de dificultad aparecen las oportunidades y tenemos una oportunidad. Es una situación difícil, pero ganando el lunes vamos a pasar de verlo negro a verlo marrón y además meter a muchos equipos en la pelea. Los he visto jodidos, responsabilizados, con las orejas tiesas. Hay que recuperar la cabeza, recuperar la energía para jugar al fútbol», aseguró, poniendo el énfasis en esa recuperación anímica de una plantilla que está dando un nivel mucho más bajo del que se le presupone, aunque el cambio vital está en la faceta defensiva, donde el equipo es muy vulnerable, algo que dejó claro Gabi que tiene que cambiar desde el lunes. «Es importante primero restablecer la mentalidad de los jugadores, que se liberen de la cabeza, recuperen la capacidad intuitiva que tienen y se dediquen a jugar al fútbol, que son muy buenos. No son asesinos ni ladrones. Tenemos que ser mucho más sólidos, hay que lograr que estemos más juntos, que todos se mentalicen y se responsabilicen de su aspecto defensivo, porque ya han demostrado que para arriba son muy buenos. Para mí, desde que se hizo oficial, son los mejores jugadores de la categoría», sentenció.