racismo y negacionismo a cambio de Presupuestos

El Partido Popular (PP) y Vox han recuperado su sintonía y preparan una serie de pactos para sacar adelante los Presupuestos autonómicos en aquellos territorios donde rompieron sus acuerdos de Gobierno hace menos de un año (julio de 2024). Tan solo era necesario que los de Alberto Núñez Feijóo comprasen los marcos de la extrema derecha y así lo han hecho en materia de inmigración o cambio climático, entre otras, consiguiendo a cambio los votos necesarios de la ultraderecha para sacar adelante las Cuentas.

El ariete no podía ser otro que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, necesitado de aguantar en el puesto tanto para mantener el carácter de aforado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, lo que imposibilita que la jueza de Catarroja lo impute; como para cobrar los 75.000 euros anuales de sueldo público que se garantizaría para los dos próximos años si resiste hasta el 13 de julio, momento a partir del cual se aseguraría ese pellizco aunque le ‘dimitiesen’, como contempla el Estatuto de los Expresidentes de la Comunidad Valenciana en su artículo 4.2.

Mazón, como muro de contención, sigue sirviendo de algo a Génova. “El Pacto Verde Europeo aplicado de forma radical es un malentendido respeto por la naturaleza que ha costado vidas en nuestra tierra”, ha trasladado este lunes el gestor durante la DANA que asoló Valencia y dejó más de 200 víctimas mortales, añadiendo un «llamamiento a la acción en contra del Pacto Verde Europeo y sus consecuencias». A continuación, ha relacionado la inmigración con la delincuencia y ha asegurado que no admitirá “más repartos de inmigración ilegal”.

Después de las palabras del comensal de El Ventorro, el camino está más allanado para otros presidentes autonómicos del PP, como el aragonés Jorge Azcón o el murciano Fernando López Miras. Con no renunciar a un abordaje del cambio climático después de la mayor catástrofe climática que se recuerda en el país o relacionar con el pillaje de los días posteriores a los inmigrantes que se ahogaron y ayudaron a la reconstrucción igual que los nacionales, los mandatarios parecerán moderados a la hora de vender su abrazo a la ultraderecha.

Genuflexión ante la ultraderecha

No obstante, la ofrenda a Santiago Abascal parece ineludible. El líder de la extrema derecha quiere rentabilizar el simbolismo y presumir de la cesión de un PP dispuesto a asumir los postulados ultras sin disimulo. “Es la dirección correcta”, ha aplaudido el líder de Vox a Mazón, no sin sorna, felicitándole por relacionar el Pacto Verde y la inmigración con la DANA. “Las dos cuestiones tuvieron que ver con la tragedia de la en sus causas y en la amplificación de las consecuencias. Felicito al señor Mazón por el valor de denunciarlo públicamente”, añadía.

Ante esta exposición de evidencias, el PP ha tirado del que considera su perfil más moderado para lavar la cara al pacto. «No hemos tenido que modificar nuestra posición en los temas que consideramos que son capitales y fundamentales», ha valorado el portavoz nacional, Borja Sémper. Es decir, negar un Pacto Verde impulsado por el propio PP Europeo, comprar teorías negacionistas y relacionar la inmigración con la delincuencia no supone “renunciar a ninguno” de sus principios, según las palabras del Semper.

“Por lo tanto, esperamos también, confiamos que el resto de comunidades autónomas tengan y logren llegar a acuerdos también presupuestarios que ayuden y que avalen esa estabilidad», ha añadido, evidenciando cual será el camino a seguir que ha definido Feijóo desde Génova. “Pues qué alegría me das, Alberto. Entiendo entonces que ahora renunciaréis al Pacto Verde y al Pacto Migratorio que habéis votado y defendido todo este tiempo”, se ha vanagloriado Abascal.

El mango de la sartén está en manos de la extrema derecha, que lo sabe y, lejos de ceder, ha anticipado que el chantaje llegará hasta donde ellos quieran. “A partir de ahora apoyaréis nuestras iniciativas en ese sentido (climático y migratorio), no solo en Valencia, también en las demás regiones, en el Congreso de los Diputados y en Bruselas. A no ser que pretendáis sorber y soplar al mismo tiempo, porque los votantes se acabarán dando cuenta de que los tomáis por idiotas”, ha cerrado Abascal su humillante mensaje destinado a Feijóo.

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