Después de 9 meses y 13 días en órbita, Suni Williams y Butch Wilmore ya están de vuelta a la superficie terrestre. Ambos astronautas, que se vieron obligados a permanecer en la Estación Espacial Internacional debido al fallo de la nave Starliner en junio, han amerizado en el golfo de México, justo enfrente de la costa oeste de Florida, cuando el reloj marcaba las 22:55 horas de la noche en España.
Lo han hecho como parte de la tripulación de la misión Crew-9 de la NASA y han compartido habitáculo con otros dos astronautas, el comandante estadounidense Nick Hague y el especialista de misión Aleksandr Gorbunov, cosmonauta ruso de Roscosmos. La nave espacial empleada para este trayecto ha sido la Crew Dragon Freedom de SpaceX que cumple así su cuarta misión completada con éxito.
SpaceX es, actualmente y tras los fallos de la Starliner de Boeing, la única compañía estadounidense que proporciona a la NASA capacidad de lanzamiento de personas y carga hacia la ISS. Además, proporciona todas las labores de recogida en el mar a través de su barco MV Megan que emplean para rescatar las naves Dragon.
Aproximación de la Crew-9
La nave espacial Starliner despegó de Cabo Cañaveral (Florida) el 5 de junio de 2024 a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA, compañía formada por Boeing y Lockheed Martin). Durante el viaje hasta el puerto Harmony de la Estación Espacial Internacional, la cápsula ya experimentó algunos problemas de fuga de helio que consiguieron cerrar a tiempo. Sin embargo, la Starliner se quedó sin 6 de los 28 propulsores de maniobrabilidad con los que cuenta.
Este problema técnico no impidió que se diera luz verde a la tripulación para efectuar el atraque en Harmony y, mientras se efectuaba la maniobra de aproximación, un total de 5 de los 8 propulsores del frontal de la nave dejaron de funcionar. Finalmente, tanto Williams como Wilmore consiguieron acoplarse de forma satisfactoria en la ISS y se encuadraron en la dinámica científica y tecnológica diaria.
Desde tierra firme, un equipo formado por ingenieros de Boeing y de la NASA comenzaron a evaluar las fugas de helio y el malfuncionamiento de los propulsores. Para ello consiguieron replicar las condiciones a las que se sometieron estos sistemas durante el viaje a la ISS por parte de la Starliner y obtuvieron resultados. Una pieza de teflón del propulsor se había deformado y podría estar detrás de los problemas experimentados en el espacio.
Pocos días después, desde la NASA decidieron que la Starliner regresaría sin tripulación a la Tierra para estudiarse más en detenimiento en el laboratorio. Esto provocó un cambio de planes de última hora en la programación de la misión Crew-9, retrasándola desde el 18 de agosto al 24 de septiembre.
La decisión de la agencia espacial de EEUU fue retirar a dos de los cuatro tripulantes que conformaban la misión Crew-9 para dejar sitio a Wilmore y Williams. De esta forma y con dos asientos libres, la nave espacial puso rumbo a la ISS.
En la noche de este sábado pasado, la misión Crew-10 llegó sana y salva a la Estación Espacial Internacional para dar el relevo a la Crew-9, que acaba de amarar de forma satisfactoria con los 4 astronautas.