Cinco partidos ha tardado Sergio Ramos en ser expulsado en México. Al quinto partido vio la primera tarjeta roja en su breve periplo para enfilar la retirada, cumplidos los 38 años. La vio aparentemente pronto, desde una perspectiva lejana, pero tarde para quienes presenciaban ese encuentro entre el UNAM y el Monterrey (1-3); es decir, Pumas contra Rayados, que es el equipo del defensa español.
Ramos vio la roja por una patada gratuita y a destiempo a Guillermo Martínez, junto a la línea de banda y en el tiempo añadido (m. 92). Impulsiva e intencionada, además, porque no pretendía disputar el balón. Seguramente había una facturita pendiente en ese encuentro.
Trato de favor
«Estaba claro que no me iba a ir de esta liga sin una roja«, escribió Ramos en sus redes sociales, insinuando un punto de satisfacción y de sacrificio bien empleado por la victoria de la que presumía en ese mensaje. Como si fuera una reto que se hubiera trazado para reforzar una de las vertientes por las que es una leyenda. Pronto llegó la 30ª tarjeta roja de su carrera, pero tarde.
«Si lo de Sergio Ramos lo hubiera hecho uno de nuestro país seguramente habría sido expulsado en el minuto 20, no al 90 y eso es lo que me molesta, porque cuando eres extranjero te miden con otra vara y aquí me parece que no fue así», denunció el técnico de los Pumas (UNAM). «A un extranjero se le exige ser un ejemplo, ser un tipo de bien, más allá de que se llame como se llame», añadía Efraín Juárez.
«Estaba claro que no me iba a ir de esta liga sin una roja», escribió Ramos en sus redes sociales
Lisandro Magallán, de blanco, cae derribado tras disputar un balón con Sergio Ramos. / EFE
Dos incidentes previos
El entrenador de los Pumas aludía a los dos incidentes en los que se vio involucrado el futbolista andaluz, que además portaba el brazalete de capitán del Monterrey. El primero fue un codazo sin balón en juego a Pablo Bennevendo en el área rival; poco después se enganchó Ramos con otro defensa, Lisandro Magallán, en el lanzamiento de un córner. Los dos terminaron en el suelo.
«Sergio Ramos le metió un codazo a un niño que un día antes dijo que era su ídolo… No lo puedo permitir porque yo sí quiero a mi país y defiendo mi fútbol«, insistió Juárez, criticando el comportamiento de Ramos, que no ha corregido, vistas las pruebas, desde que debutara el 1 de febrero de 2004 en el Sevilla.
«A un extranjero se le exige ser un ejemplo, ser un tipo de bien, más allá de que se llame como se llame. Sergio Ramos le metió un codazo a un niño que un día antes dijo que era su ídolo…»
Al tercer partido
Apenas estuvo una temporada y media en el Sánchez Pizjuán: en el mercado de verano de 2005, después de la primera jornada, se marchó al Madrid. El expediente disciplinario, en ese momento, estaba inmaculado. Blanco como la camiseta hispalense y la merengue. Tardó poco en mancharlo: el 18 de septiembre, en su tercer partido con el Madrid vio dos amarillas en la derrota frente al Espanyol.
Era la primera roja de las 26 expulsiones coleccionadas en el Madrid, a las que añadió dos con el París Saint Germain (también se estrenó al tercer partido) en sus dos temporadas y otra con el Sevilla, en su única campaña de regreso al Pizjuán. Sin equipo desde el verano, se enroló a principios de febrero con el Rayados de Monterrey, donde ha dejado su huella.

Iturralde González expulsa a Ramos en el clásico del 5-0 (2010) por una patada a Messi. / Paco Largo
La trigésima exclusión antes de tiempo le refuerza en el liderato mundial de futbolistas contemporáneos con más rojas acumuladas. Le siguen el panameño Felipe Baloy (29) y el brasileño Felipe Melo (28).
El ránking histórico lo encabeza, con holgadísima ventaja el exfutbolista colombiano Gerardo Alberto Bedoya, que no era central, sino lateral izquierdo. Nada menos que 46 tarjetas rojas. Solo como futbolista; añadió otras luego al ejercer de entrenador. Distribuyó su carrera en varios clubs colombianos, en Argentina (Racing, Colón, Boca Júniors) y México (Puebla) y la selección de su país. Batió el récord nacional de expulsiones que estaba en poder de Eduardo Pimentel (33).
El récord mundial de expulsiones lo ostenta el colombiano Gerardo Alberto Bedoya, que no era central sino lateral izquierdo: vio 46 rojas

El árbitro Paradas Romero expulsa a Ramos en el Villarreal-Madrid de la Liga 2011-12. / Miguel Lorenzo
A Ramos nadie le quitará el dudoso honor en el fútbol español de ser el jugador más antideportivo de la historia. Lo certifican los números. Vestir la camiseta del Madrid maquilló su prestigio y, seguramente, le ahorró muchas tarjetas. Lo certifican las imágenes. Otros colegas poseen la etiqueta de ser o haber sido duros, agresivos y violentos con menos expulsiones.
Sergio Ramos García (Camas, 30 de marzo de 1986), que ya se ha tatuado el 93 en el lateral izquierdo de su cabeza, y el 15 en el lado derecho, se retirará siendo el recordman de expulsiones en la Liga: 21 (20 con el Madrid y una con el Sevilla), cuatro de ellas en partidos frente al Barça. Otras cuatro fueron en la Liga de Campeones, dos en la Copa, dos en Francia, y la de México. Ninguna con la selección española en 180 partidos. Impecable.
Ramos encabeza el ranking de rojas en la Liga: 21, por delante de Pablo Alfaro y Xavier Aguado (18)

Sergio Ramos increpa a Messi mientras los jugadores del Barça reclaman a Undiano Mallenco. / Javi Ferrándiz
Sin relevo
No se avista un relevo en el ranking de rojas, que en su día ya superó a Pablo Alfaro y Xavier Aguado (18 expulsiones), Juanito Rodríguez (16) y Patxi Salinas (15). Entre los 50 primeros no hay ningún jugador en activo excepto el uruguayo Damián Suárez (8), que se marchó del Getafe el pasado verano. En el puesto 67º está otro representante del equipo de José Bordalás, Djené Dakonam, con 7.