El Opel Mokka fue, en 2021, el coche que adelantó la nueva era de la firma alemana, presentando un diseño totalmente renovado, más tecnológico y atractivo, que adelantaba un futuro de electrificación y modernidad para la compañía de Rüsselsheim. Ahora, la compañía del grupo Stellantis se pone al día con una revisión para que se mantenga entre las opciones más racionales y completas del segmento de los SUV compactos.
Manteniendo su apuesta por un diseño distintivo, una oferta mecánica que incluye versiones de gasolina, híbridas y 100% eléctricas, y un interior renovado con la última tecnología de la marca, este modelo refuerza su carácter versátil y su apuesta por la eficiencia.
Opel Mokka. / Opel
Un diseño único
El Opel Mokka destaca por su imagen atrevida y moderna, con líneas bien marcadas y detalles que refuerzan su identidad. El frontal, con el característico Opel Vizor, se ha refinado con nuevos detalles como el logotipo de la marca en el centro y una firma lumínica más definida gracias a los faros LED. Además, incorpora una línea de diseño en color negro que recorre la carrocería desde el capó hasta la parte trasera, realzando su silueta y aportando un nuevo estilo más atrevido.
En la versión GS, los pasos de rueda y los paragolpes reciben un tratamiento en negro brillante, aportando un toque más deportivo. También se ha optimizado la aerodinámica para la versión 100% eléctrica con llantas diseñadas para mejorar la eficiencia -y así ganar autonomía- y un paragolpes delantero revisado.

Opel Mokka. / Opel
Una gama para todos los gustos
El SUV alemán está disponible con tres opciones de motorización, ofreciéndose como una opción válida para los que buscan dar el salto a la electrificación total, parcial o para los que quieran, todavía, quedarse con un motor de combustión tradicional. La versión de acceso cuenta con un motor de gasolina turboalimentado de 1.2 litros y 136 CV, pensado para quienes buscan un equilibrio entre prestaciones y eficiencia.
Para quienes desean una opción electrificada, el Mokka Hybrid combina el motor de gasolina de 136 CV con un sistema eléctrico de 48V y una transmisión automática de doble embrague con seis velocidades. Gracias a esta tecnología, el consumo y las emisiones se reducen y permite circular en modo 100% eléctrico a baja velocidad en ciudad la mayoría del tiempo. En este caso, pega la etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas.
Por otro lado, el Mokka Electric se presenta como la alternativa cero emisiones dentro de la gama. Equipa un motor de 156 CV y una batería de 54 kWh, con la que alcanza hasta 403 km de autonomía según el ciclo WLTP. Su diseño optimizado permite ubicar la batería bajo el suelo, lo que mejora el reparto de pesos y garantiza un centro de gravedad bajo, optimizando el dinamismo para ganar aplomo y confort en marcha.
Interior tecnológico y funcional
El habitáculo del Mokka se ha rediseñado siguiendo el concepto de “desintoxicación visual” de la firma alemana, priorizando la claridad y la ergonomía. El nuevo volante, con el logotipo de la marca en el centro, sigue la línea estética del exterior, mientras que la consola central se ha rediseñado para ofrecer un aspecto más limpio y ordenado.
Uno de los grandes protagonistas es el sistema de infoentretenimiento, que incorpora dos pantallas de 10 pulgadas para el control de las funciones del coche y para el cuadro de instrumentos digital. La interfaz ha sido actualizada para mejorar su usabilidad e incorpora widgets personalizables, compatibilidad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay, funciones de ChatGPT y reconocimiento de voz natural.

El interior del Opel Mokka. / Opel
En el caso del Mokka Electric, el sistema de navegación ofrece rutas optimizadas para vehículos eléctricos, con información sobre estaciones de carga y la posibilidad de calcular el trayecto más eficiente según el nivel de batería. Además, incorpora actualizaciones inalámbricas de mapas y software, y cuenta con la función Plug & Charge, que simplifica el proceso de carga y pago en estaciones compatibles.