La Dirección General de Tráfico (DGT) podría seguir los pasos de Francia e implantar un sistema de vigilancia para reducir el número de coches con un solo ocupante en España. En un contexto en el que la movilidad sostenible es una prioridad, el director de la DGT, Pere Navarro, ha dejado claro que el futuro de la circulación urbana pasa por compartir vehículo. Pero, ¿cómo podría controlarse?
Un modelo que ya funciona en Francia
En París, una de las principales vías de circunvalación de la ciudad ya cuenta con un carril reservado exclusivamente para vehículos con al menos dos ocupantes. Para garantizar el cumplimiento de esta norma, se han instalado sistemas de vigilancia avanzados que detectan en tiempo real cuántas personas viajan en el coche.
La tecnología estrella en este sistema de control son las cámaras térmicas, capaces de medir los focos de calor dentro del habitáculo del vehículo y determinar el número de ocupantes con gran precisión. Este sistema evita los fraudes habituales que se han dado con otros métodos, como colocar maniquíes o disfraces en los asientos para simular la presencia de pasajeros.
Muñeca en el asiento delantero como si fuera un segundo ocupante en el carril Bus VAO
La postura de la DGT y el futuro de la medida en España
Pere Navarro ya ha expresado en varias ocasiones la necesidad de impulsar medidas para reducir el uso del coche privado en solitario. Durante el Global Mobility Call celebrado en Madrid, el director de la DGT dejó entrever su apoyo a iniciativas como la de Francia, insistiendo en que «el futuro será compartido o no será» y que «no nos podemos permitir mover cada día 1.500 kg para desplazar a una sola persona«.
En España, los carriles VAO (Vehículo de Alta Ocupación) ya operan en varias ciudades, pero su control sigue siendo limitado. La incorporación de sistemas como los de París podría permitir a la DGT reforzar el cumplimiento de estas normas y extenderlas a más zonas urbanas.
¿Podría aplicarse en España?
Por el momento, la DGT no ha anunciado oficialmente la implementación de este sistema en España, pero las declaraciones de Pere Navarro apuntan a que medidas similares podrían estar en estudio. Si se sigue el modelo francés, la vigilancia electrónica podría empezar a probarse en las grandes ciudades donde ya existen restricciones al tráfico, como Madrid o Barcelona.
En cualquier caso, la DGT ha manifestado que pretende «fomentar el uso del coche compartido, pero en ningún caso sancionar o prohibir».
De aplicarse, esta iniciativa supondría un gran cambio en la movilidad diaria, obligando a muchos conductores a replantearse la forma en la que usan su vehículo. La pregunta ahora es: ¿Están los conductores españoles preparados para decir adiós a viajar solos?
