La sidra asturiana con burbuja pierde gas y busca una mayor entrada en los restaurantes

La sidra natural espumosa que se elabora con la garantía de la Denominación de Origen Protegida (DOP) pierde gas en los mercados. Tras haber batido todos sus récords en 2021, con un total de 156.000 botellas, en los últimos tres ejercicios ha experimentado una tendencia a la baja que ha llevado al producto a situarse por debajo de la barrera de los cien mil envases, tras una pérdida de unos siete mil respecto a 2023. Concretamente, en 2024 se comercializaron 97.000 botellas de sidra espumosa, según consta en la memoria que acaba de hacer pública el consejo regulador de la marca y que demuestra que la sidra natural de escanciar sigue copando la producción, con un 98 por ciento del total. En 2024, el consejo entregó 4,5 millones de contraetiquetas para esta sidra más tradicional, lo que supuso el récord histórico de la denominación de origen, pese a que se trató de un ejercicio de escasa cosecha de manzanas a causa de la vecería, fenómeno por el cual a un año de abundancia le sigue otro de escasez.

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