‘Uno equis dos’ le permite explorar un registro que quizá no había desarrollado tanto: el del personaje miserable.
Sí, sí, el típico tío mierda… Cuando llevas tanto tiempo en este oficio, tienes tus recursos y tus maneras habituales de trabajar, renunciar a eso y adentrarte en un territorio desconocido ha sido vertiginoso y refrescante a la vez. De alguna manera, lo disfruté. Quizá sea la película más violenta que he hecho… Aunque, bueno, me acuerdo de ‘Sexy Killer’ y una cocina ahí bastante gore.
La película nos habla de cómo no estamos preparados para afrontar muchas cuestiones y de que, además, la cotidianidad esconde mucha miseria moral.
Dicen que no conoces realmente a tu pareja hasta que te divorcias, y que no conoces a tus hermanos hasta que hay que repartir una herencia. Tener una prueba de dinero saca a la luz lo peor de nosotros mismos o lo miserables que podemos llegar a ser.
Y habla de todo eso en un tono de thriller, que supongo habrá supuesto un atractivo.
Es una película muy entretenida. Recuerdo que, al leer el guion, desde el principio supe que estaba ante algo especial; es de esas historias que te atrapan con giros inesperados que hacen que nunca anticipes lo que va a ocurrir. Es algo que valoro mucho. Y luego está el elenco…
Tengo mucha suerte con los rodajes, siempre siento que alguien me ayuda, no sé quién, pero siempre hay algo que me echa una mano
Todos los actores y actrices se retroalimentan en ‘Uno equis dos’, todo suma cuando estan los cuatro en pantalla.
Y es curioso porque ninguno de nosotros había trabajado juntos antes, pero desde el minuto uno logramos una conexión increíble. Además, rodamos en orden cronológico y vivimos como en un ‘Gran Hermano’ en una casa, todos juntos. Fue una experiencia muy intensidad, de rodar muchas horas y de estar inmersos en ese mundo tan potente, con los cuchillos, la sangre…
Le pilla la promoción en el Festival de Málaga en pleno rodaje de la película de ‘Aida’. ¿Cómo lo lleva?
Sí, forma parte del oficio y además quería estar en el homenaje a Carmen [Machi, protagonista de Aida]. Hoy [por ayer] he dormido solo cuatro horas porque estamos rodando yendo y viniendo. Llevamos solo dos semanas, aún nos quedan unas cuatro más. Tengo mucha suerte con los rodajes, siempre siento que alguien me ayuda, no sé quién, pero siempre hay algo que me echa una mano.
Viéndote en ‘Uno equis dos’ se puede llegar a pensar que está abierto a todo tipo de proyectos. ¿Es verdad que te apuntas a un bombardeo?
Yo creo que lo bonito de esto es tener la oportunidad de mantener una carrera larga, como la que estoy disfrutando. Comencé siendo muy joven, con figuras como Imperio Argentina y Manuel Zarzo. Imagínate, han pasado más de treinta años desde esos inicios. Ahora, además de la fama y la televisión, disfruto cambiando con la edad, así que es muy refrescante que me ofrezcan otro tipo de personajes y tonos. Eso me motiva.
¿Qué papel le queda por hacer?
Me queda todo por hacer, siento que estoy empezando. Esta película me ha demostrado que aún hay muchos tonos y estilos por explorar. Nunca renegaré de la comedia, porque ofrece posibilidades infinitas, pero quiero hacerlo todo: dirigir, comedia, drama, thriller, incluso asesinatos. Todo.