Enrique Lizaso es consejero delegado de Multiverse Computing, la mayor compañía de ‘software’ cuántico de la Unión Europea. Fundada en 2019 en San Sebastián, ha desarrollado un compresor de modelos de lenguaje de gran tamaño que reduce entre un 30% y un 50% el uso de energía en los centros de datos. Emplea a 160 trabajadores de 35 nacionalidades -el 40% de ellos doctorados-, cuenta con una cartera de 160 patentes y acaba de cerrar 2024 con una facturación de 20 millones, cuatro veces más que en 2023.
Para quien en 2025 aún no sepa qué es la inteligencia artificial (IA), ¿cómo la definiría en una frase?
La inteligencia artificial va desde cómo identificar imágenes y vídeos en archivos muy numerosos hasta cómo se tienen que mover los robots en un entorno real por la calle o por las oficinas. Nosotros la utilizamos para modelos de lenguaje, que son un sustitutivo natural del cerebro humano y que pueden llevar al control de máquinas como móviles, vehículos y neveras.
¿Qué puede hacer la computación cuántica en el día a día de las personas?
Nosotros usamos la computación cuántica para compactar información, que genera un menor consumo de energía y reduce los costes entre el 30% y el 50%. En un momento en el que se están construyendo centros de datos cada vez más grandes -Francia incluso está aprovechando la energía nuclear para atraer a las empresas tecnológicas-, poder aprovechar esta infraestructura el 30% más es muy atractivo porque con la misma inversión puedes dar un servicio a más clientes. Estas técnicas permiten, asimismo, alargar la vida útil de los centros de datos.
«Es difícil encontrar a alguien que no haya usado ChatGPT. La adopción de la IA supera a la de internet»
A aquellos que dicen que estamos ante una moda pasajera o un boom como fueron el metaverso o la tokenización del arte… ¿qué les diría?
Tengo ya unos años y he vivido todas esas modas, pero ahora mismo es difícil encontrar a alguien que no haya usado alguna vez ChatGPT. En mi vida he visto una adopción tan rápida de una tecnología, ni siquiera con la aparición de internet. Todavía no hemos visto nada de lo que va a ser la IA, porque de momento solo estamos usando un cerebro mundial, ChatGPT. Pongamos que hay más, tres o cuatro, pero si te fijas en la naturaleza, necesitamos sistemas mucho más pequeños, para que el navegador del coche no se desconecte cuando entra en un túnel, para los electrodomésticos… El siguiente paso que se vislumbra son inteligencias artificiales locales para las cuestiones domésticas, ahí está trabajando Microsoft. Al mismo tiempo vamos hacia modelos de IA generativas más potentes y más inteligentes, y de ahí las inversiones en Anthropic, la gran rival de ChatGPT, y OpenAI.
¿Qué piensa de ChatGPT y DeepSeek?
ChatGPT es un sistema excepcional, OpenAI ha hecho un trabajo sublime y ha conseguido una expansión tremenda. La valoración de la compañía es alta, pero los ingresos son algo reducidos para los usuarios que tiene. En cuanto a DeepSeek, tenemos que estar agradecidos porque esta herramienta ha sido entrenada con unos 700.000 millones de parámetros y cuenta con unas prestaciones similares a las de ChatGPT, pero es de código abierto. Es decir, la podemos comprimir y facilita que gracias a su trabajo se generen modelos más potentes. Esto es una carrera que nunca se acaba y que permitirá crear modelos más eficientes.
El ministro de Economía Carlos Cuerpo en una visita a la sede de la compañía. / Activos
¿Qué hace Multiverse Computing y qué le diferencia de la competencia?
Lo que nos diferencia de nuestro competidor principal [Zapata AI] es que ellos están muertos y nosotros vivos, porque se han embarcado en una gestión financiera atrevida en medio de tipos de interés altos. Lo que nos diferencia es que nosotros nos centramos en soluciones para clientes, es decir, tenemos que saber muy bien la aplicación de la computación cuántica y las métricas de mejora que te exige el cliente.
¿Cuáles son los hitos de Multiverse Computing para este año y cómo resumiría 2024?
El año 2024 ha sido de crecimiento pero también de transición. Hemos doblado nuestra facturación hasta los 20 millones de euros y nos hemos llevamos grandes sorpresas porque hemos aplicado nuestro modelo de compresión de datos en aerogeneradores. 2025 se ha vuelto mucho más complicado por el entorno geopolítico y las relaciones entre Estados Unidos, Europa y Rusia. Ahora, de repente, Europa parece que se ha quedado sola y las grandes tecnológicas estadounidenses están presionando y apostando por sus propios intereses. Europa necesita independencia tecnológica y nosotros debemos ser audaces y aprovechar las oportunidades que se presenten.
El plan estratégico de Multiverse Computing apunta a ventas de 900 millones para 2029 tras los 20 millones con los que han concluido 2024. ¿Cómo se hace esto? ¿Se atreve a pronosticar el año en el que conseguirán beneficios?
Los beneficios en nuestro plan de negocio están previstos para dentro de dos años. Las cifras de nuestros competidores, aunque no son públicas, están en ratios similares. Este ejercicio se van a acometer inversiones importantes en un sector como el nuestro, que necesita mucho millones para desarrollarse, aunque nosotros tenemos la ventaja de que no desarrollamos modelos desde cero, sino que los comprimimos. Para que se haga una idea, la última ronda de financiación de OpenAI apunta a 25.000 millones de dólares del banco japonés SoftBank y ellos no van a sacar 25.000 millones de beneficios en ninguno de los escenarios posibles en los siguientes años. Como europeos es muy importante saber lo que nos jugamos: ¿cuál es la soberanía tecnológica de Europa? Vivimos una dependencia donde, si te quieres dotar de determinados instrumentos, solo puedes recurrir a cuatro grandes compañías estadounidenses. La India está desarrollando sus propios modelos de lenguaje porque la batalla tecnológica va a tener una afectación sobre nuestras vidas y nuestros países muy importante. Esto no va de que ChatGPT o que el ChatGPT europeo hable inglés, español, catalán o francés… va de que lo puedan usar las fábricas y los coches.
«La salida a bolsa no está sobre la mesa. Pero es una opción que hay que contemplar por el capital riesgo»
En Europa, contando también el Reino Unido, entre las 10 mayores cotizadas solo hay tres del sector tecnológico, SAP, ASML y Accenture. ¿Europa puede competir contra los gigantes de Silicon Valley y China?
Es extremadamente difícil que podamos competir. Ahora bien, estamos en un entorno de disrupción y eso te permite unirte a la carrera usando soluciones tecnológicas nuevas. Esta es la propuesta de Multiverse: vamos a hacer cosas diferentes, potentes y ahora, que es cuando realmente podemos marcar la diferencia.
¿Se ven en bolsa?
De manera natural, las start-ups, cuando llega el momento, tienen la posibilidad de salir a bolsa. Este es un paso que hay que contemplar. Entre otras cosas porque, cuando accedes al capital riesgo, al capital riesgo hay que darle una salida. Ellos no lo invierten para estar toda la vida, tienen unos plazos de inversión y, por tanto, hay que buscarles una salida. Pero en nuestro caso esta opción no está ahora mismo sobre la mesa porque la empresa debe tener un tamaño apetecible para los potenciales inversores y todavía nos falta una evolución.
Qué piensa de El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado, el libro de la economista italoestadounidense Mariana Mazzucato [RBA, 2014]? ¿Cree que se puede crear un gigante tecnológico sin ayuda del sector público?
En Estados Unidos sí se puede. Sin embargo, el sector va a velocidad de vértigo. China se enfrentó hace unos años a los mismos dilemas que tiene Europa ahora mismo y la solución que encontró fue a través de los fondos de capital públicos y su inversión en capital riesgo. Gracias a eso hoy vemos a DeepSeek.
En una reciente entrevista, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en El Periódico, diario del grupo Prensa Ibérica, les ponía como ejemplo del potencial que tiene Europa en computación cuántica. ¿No les da vértigo?
Muchísimo porque tienes que cumplir y porque sabes que si las cosas no salen vas a recibir críticas, pero no creamos esta empresas para estar cómodos ni para meter a nuestra familia.
Entre sus clientes hay nombres del Ibex 35 como Santander, BBVA, CaixaBank, Iberdrola o Repsol. ¿Las grandes cotizadas están a la vanguardia tecnológica?
Las grandes compañías son excelentes, pero cada una compite en su sector. Necesitan aplicar y utilizar tecnologías aún más agresivas, que muchas veces están fuera de las capacidades tecnológicas que tienen internamente. En estos casos, las start-ups les podemos aportar herramientas disruptivas que aumenten la productividad y a la vez rebajen los costes.
El Gobierno invierte en la tecnológica 67 millones
La firma vasca acaba de recibir una inversión de 67 millones de euros del Gobierno de España a través de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), la llamada SEPI digital. El anuncio lo hizo la semana pasada, durante la celebración del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona, el titular de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López. El ministro justificó esta inversión con el objetivo de aumentar la autonomía estratégica europea.
Multiverse Computing trabajará con Airbus Defence and Space para construir un nuevo sistema de control basado en gestos para aviones de combate, dentro de la iniciativa EPIIC del Fondo Europeo de Defensa. El proyecto finalizará en septiembre de 2025. López destacó que se trata de un proyecto «puntero» que «colocará a España a la vanguardia de Europa». Con la participación del Ejecutivo central en la empresa, se da un «avance crucial» en la «competencia de la inteligencia artificial», añadió.
Desde su nacimiento, Multiverse Computing es un ejemplo de la colaboración público-privada en sectores estratégicos de la economía. Fundada por cuatro emprendedores barceloneses -Enrique Lizaso, Alfonso Rubio, Román Orús y Sam Mugel- que se conocieron en la Quantum World Association, un grupo de trabajo sin ánimo de lucro dedicado a investigar la computación cuántica en el sector financiero, se establecieron en 2019 en San Sebastián gracias a una ayuda de 50.000 euros del Gobierno vasco y la Diputación Foral de Guipúzcoa. En 2020, cerraron una ronda presemilla por valor de 1,5 millones, en 2021 captaron 12,5 millones y en marzo del pasado año levantaron 28 millones.