La síntesis de moléculas necesarias para la aparición de la vida podría haberse originado por «microrrayos» en gotitas de agua. Según un nuevo estudio, la formación de compuestos orgánicos con enlaces carbono-nitrógeno a partir de moléculas de gas podría haber sido un posible mecanismo para crear los componentes básicos de la vida en la Tierra primitiva.
La pregunta sobre cómo surgió la vida en la Tierra ha intrigado a científicos durante siglos. Hasta ahora, una de las hipótesis más aceptadas sugería que los rayos que caían en masas de agua pudieron haber desencadenado reacciones químicas fundamentales para la formación de las primeras biomoléculas.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado hoy en la revista Science Advances propone una alternativa a esta concepción: los “microrrayos” generados en diminutas gotitas de agua podrían haber desempeñado un papel crucial en la síntesis de compuestos orgánicos esenciales para la vida primitiva.
Microrrayos y la formación de compuestos orgánicos
La investigación sugiere que las descargas eléctricas microscópicas, generadas dentro de gotas de agua en suspensión en la atmósfera, podrían haber facilitado la creación de enlaces carbono-nitrógeno a partir de moléculas gaseosas. Estos enlaces son fundamentales en la formación de aminoácidos y otras moléculas orgánicas complejas necesarias para la vida.
Este fenómeno se basa en un proceso bien conocido en espectrometría de masas, denominado electrospray. Cuando las gotas de agua son lo suficientemente pequeñas, pueden cargarse eléctricamente y generar microdescargas. En la naturaleza, este proceso ocurre de manera espontánea en situaciones como la ruptura de olas contra las rocas o la formación de aerosoles en cascadas.
En la Tierra primitiva, este mecanismo podría haber contribuido significativamente a la generación de moléculas orgánicas a partir de compuestos simples presentes en la atmósfera. De esta manera, el nuevo enfoque podría aportar una mirada innovadora al problema del origen de la vida.
Posibles implicaciones
El profesor César Menor Salván, bioquímico de la Universidad de Alcalá que no formó parte de la investigación, destacó en una publicación de Science Media Centre España que «vale resaltar la importancia del estudio y su coherencia con investigaciones previas. Este mecanismo de microdescargas podría haber mejorado la formación de compuestos orgánicos en la atmósfera primitiva, un fenómeno que también se ha observado en simulaciones de laboratorio».
Referencia
Spraying of water microdroplets forms luminescence and causes chemical reactions in surrounding gas. Yifan Meng et al. Science Advances (2025). DOI:http://dx.doi.org/10.1126/sciadv.adt8979
«Sin embargo, la experimentación se realizó en un entorno controlado con equipos sofisticados. Esto plantea la duda en torno a si el mismo proceso podría haber ocurrido en condiciones naturales, sin la intervención de tecnología avanzada. Hasta ahora, no existen pruebas directas en cuanto a que este mecanismo haya tenido lugar de manera significativa en la Tierra primitiva. No queda claro en el estudio si se han logrado reproducir esas condiciones naturales«, agregó Menor Salván en referencia a las limitaciones de la investigación.
A pesar de esta incertidumbre, el hallazgo no solo podría ser relevante para el estudio del origen de la vida, sino también para la comprensión de procesos actuales en la química atmosférica. Por ejemplo, este proceso podría influir en la transformación de contaminantes orgánicos en la atmósfera, abriendo nuevas líneas de investigación en química ambiental. Es probable que futuras investigaciones puedan determinar hasta qué punto estos microrrayos contribuyeron realmente a la aparición de la vida en nuestro planeta.