Fernando Simón, cara visible durante lo más duro de la pandemia, ha reaparecido este viernes en un acto organizado por el Ministerio de Sanidad y destinado conmemorar que, justo hoy, se cumplen cinco años del inicio del confinamiento. Simón sigue siendo el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y ha reaparecido, después de años apartado de los focos, para reflexionar, junto con la ministra de Sanidad, Mónica García, sobre la respuesta a la pandemia, las lecciones aprendidas y los retos pendientes ante futuras amenazas.
En este contexto, ha reconocido que el confinamiento se podría haber hecho «más suave» o «más quirúrgico», pero ha asegurado que, en aquel momento, «no se podía» flexibilizar porque se necesita «más información» y un trabajo sectorial en el que se está trabajando ahora, lo que podría hacer que, en el futuro, si llega de nuevo un virus mortífero, el gobierno permita, en algunas circunstancias, relajar el aislamiento.
«No tiene sentido que una persona que esté sola en el monte esté confinada», ha puesto como ejemplo, para a continuación explicar que se están «desarrollando más herramientas» para que en el futuro se puedan tomar decisiones más laxas pero «en aquel momento era difícil hacer algo distinto». «Lo que se hizo, con la información disponible, era correcto», ha remachado.
En su larga intervención, apenas ha habido autocrítica, pese a que fue objeto de duros reproches. Para él, a lo largo de estos cinco años han sido muchas más las felicitaciones y reconocimientos que las críticas, que fueron «minoritarias» aunque se les dio «mucha visibilidad». Simón ha achacado la campaña en su contra a los ‘haters‘ (odiadores en español) contrarios a las restricciones y el confinamiento, que a su juicio dirigieron sus ataques contra casi todos los portavoces de la pandemia, de cualquier país.
Nunca se planteó dimitir
El director del CCAES ha asegurado además que «nunca» se planteó dimitir «por las críticas» y que solo hubiera dado un atrás si hubiera pensado que era «incapaz de gestionar», junto con el resto de intervinientes, la pandemia.
Y, preguntado por si volvería a ser la cara visible en una futura crisis sanitaria, ha indicado que su trabajo al frente del CCAES incluye «comunicar los riesgos y la toma de decisiones» y no va a «dejar de hacer su trabajo» porque si los técnicos en salud pública se echan a un lado por las críticas, la información que recibirá la población será «sesgada y manipulada por esas personas que odian». «Los profesionales de salud pública lo somos para actuar en las pandemias, si cuando llegan, nos apartamos, la profesionalidad queda en cuestión», ha remachado.
Posiciones políticas
Asimismo, ha asegurado que nunca defendió ni defenderá «posiciones políticas que no concuerden con el criterio técnico». Incluso, ha recordado, en lo más duro de la pandemia fue «al revés», algunas propuestas políticas fueron «paradas, cambiadas o pospuestas» por recomendación científica.
También ha considerado que la estrategia de comunicación, que ha aclarado que no la dirigió él y ha deslizado que en algún momento le ‘quemó’, funcionó porque «sirvió para controlar la pandemia».
Sobre el futuro, Simón ha reconocido que es «probable» que haya una nueva crisis sanitaria y ha admitido que aunque se han tomado y están en proceso de adopción nuevas medidas para responder, el mundo y España nunca estará «preparados al cien por cien».