El Azulmarino Mallorca Palma siente el calor de su afición de una manera muy especial. El elenco isleño aumenta sus prestaciones de forma evidente cuando le toca jugar en casa. El testimonio perfecto a esta circunstancia es la gran marca que atesora el cuadro balear en el Palau d’Esports de Son Moix. El bloque palmesano ha salido victorioso en diez de los once partidos que ha disputado en la isla, siendo La Salle Melilla el único adversario que ha logrado hacerse con el triunfo.
Los resultados son un indicador fiable para evidenciar el particular vínculo que se genera entre el equipo y sus seguidores. En las diez citas como local que ha disputado el Azulmarino, uno de los hechos que sobresale por encima del resto es la solvencia con la que el grupo ha resuelto los compromisos. En los encuentros en los que ha vencido sus oponentes han caído por 20,4 puntos de media.
El factor cancha es muy relevante en un campeonato tan equilibrado como la Liga Femenina Challenge y puede ser un elemento diferencial para todos los clubes. Una de las recetas esenciales para la mejoría del conjunto palmesano pasa por sacar adelante el mayor número de partidos que afronta en casa en esta segunda vuelta.
Visita del líder
Este domingo, el Azulmarino Mallorca Palma se mide al Leganés a las 12 horas (IB3 Televisión) en el Palau d’Esports de Son Moix. El cuarto clasificado recibe al líder en una de las contiendas más esperadas de la liga. El equipo aborda este choque con la máxima confianza y con la idea de seguir alargando la buena racha de resultados al jugar en casa.
El grupo encadena cinco victorias consecutivas. En algunos de estos enfrentamientos ha podido brillar, mientras que en otros se ha visto obligado a practicar ejercicios de resistencia para poder mantener la distancia en los minutos finales. En esta competición tan impredecible, el apoyo de la gente posee un peso muy grande y el Azulmarino quiere seguir creciendo gracias a ella.