María O’Mullony ha vivido este jueves uno de esos días que no se olvidan. Una jornada en la que fue reconocida por partida doble en sus «dos casas»: Zamora y Valladolid. Primero, en su ciudad natal, en la presentación del Día de la Cantera de un Balonmano Zamora que otorgará mañana a la internacional su más alto honor (la insignia de oro); y después, en Huerta del Rey, en una rueda de prensa motivada por el anuncio de su macha al balonmano polaco la próxima temporada. Dos actos que en los que Omu mostró su completo agradecimiento tanto a la entidad de Viriato como a un BM Aula Valladolid del que negó despedirse antes de tiempo. La zurda apurará hasta el último día, sobre la pista, para dar su adiós al club y la afición pucelana.
El BM Aula Valladolid, tras el anuncio de la no continuidad de Omu, convocó una rueda de prensa para que la zamorana tuviera ocasión de despedirse de la afición. Sin embargo, la zamorana rehusó decir adiós en la tarde del jueves. Tanto porque a nadie le es fácil abandonar su hogar, sentimiento que mostró la lateral por Valladolid y su club, como porque queda temporada por delante y ella considera que todavía es pronto para despedidas.
«No me voy a despedir», avisó la zurda en la sala de prensa de Huerta del Rey, antes de expresar no tener «suficientes palabras de agradecimiento para Valladolid». Palabras para una ciudad que le abrió de par en par las puertas del éxito cuando se incorporó al Caja Rural Aula Valladolid. Un conjunto con el que brilló en la élite para, posteriormente, dar el salto al Super Amara Bera Bera y conseguir varios entorchados en la Liga Guerreras Iberdrola… pero, también (y más importante), que la acogió con los brazos abiertos cuando más lo necesitaba.
Así lo reconoció Omu, destacando que en su segunda etapa en Valladolid ha podido «volver a coincidir con Karolo», destacando que BM Aula Valladolid logró sacarla «de mi peor momento deportivo». Todo ello sin olvidar a su presente entrenador: «He tenido suerte de trabajar con Salva, aunque haya sido una temporada, me has enseñado muchísimo», indicaba la jugadora que pondrá rumbo en verano a Polonia para incorporarse a las filas del MKS Lublin.
Pero, hasta entonces, Omu quiere centrarse en seguir dando lo mejor de sí al BM Aula Valladolid, una entrega que la ha convertido en una figura del club vallisoletano. Una entidad que le proporcionó lo necesario para recuperar su mejor nivel y así volver a ser máxima goleadora de la Liga Guerreras Iberdrola, proclamarse subcampeona de la Copa de la Reina, regresar a la competición continental y vestir nuevamente la piel de las «Guerreras» por méritos propios. Logros de una segunda parte en Valladolid que sí fue buena y que se aproxima a su final, pero a la que todavía le restan tardes de gloria y balonmano con la zamorana portando el 10 en Huerta del Rey. Un escenario que, en palabras de Karolo, ha disfrutado en los últimos años de una deportista «insustituible», «una de las mejores jugadoras del mundo» en su opinión.