Tras las dudas, finalmente el PP europeo celebrará su congreso en Valencia. Será los días 28, 29 y 30 de abril coincidiendo con el sexto mes de la dana. Un correo electrónico enviado esta mañana desde Bruselas confirma que los preparativos se han puesto en marcha.
Se descarta de esta manera el traslado de sede, después de que la semana pasada el propio Alberto Núñez Feijóo pusiera sobre la mesa esta posibilidad, que se estaba debatiendo con los líderes europeos del partido. El motivo: esos mismos días hay sesión de control y pleno en el Congreso de los Diputados, y ante la perspectiva de que pudiera haber votaciones importantes, los populares españoles querían estar cerca de la Carrera de San Jerónimo.
Ese es el motivo, el contexto es otro. Desde la catástrofe de la dana, las visitas de los dirigentes populares han estado rodeadas de controversia ante el debate que se ha creado sobre la continuidad de Carlos Mazón al frente de la Generalitat dada su gestión del 29 de octubre, los cambios de versión sobre su papel y los autos demoledores de la jueza que ponen contra las cuerdas a la Generalitat. Feijóo, que aún no ha estado en Valencia estas fallas -ni se conoce visita programada- ha evitado encuentros con el president Mazón, dada la presión externa e interna en el Partido Popular.
Coste económico
El PP español, en este contexto, ha querido mover el congreso a la capital de España. La agencia EFE informaba esta semana de que esas negociaciones con sus colegas europeos, atascadas, estaban condicionadas en determinar cuál de las dos formaciones asumiría los costes de cancelación. Se trata de la penalización por cancelar recintos, hoteles o catering, por ejemplo. Cualquiera de los dos partidos podría tener dificultades a la hora de explicar el gasto extra ante una auditoría de sus gastos, ya que el cambio no está justificado por una causa de fuerza mayor.
Fue el propio Feijóo el que hace justo una semana, el pasado jueves, de viaje en Bruselas, anunció que la familia conservadora valoraba el cambio de ubicación a Madrid. El congreso (que se celebra en martes y miércoles) coincide con el último pleno del mes de abril, en el que se producirán debates de iniciativas legislativas, votaciones y la habitual sesión de control al Gobierno de cada miércoles por la mañana. Los populares ya conocían el calendario parlamentario desde el arranque del año, pero ha sido después cuando trataron de negociar con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que se modificara para otra semana.
¿Acudirá Feijóo?
Feijóo manifestó en Bruselas que si el congreso se mantenía en Valencia estaba en duda la asistencia de dirigentes del PP español “e incluso de mí mismo” al cónclave en el que él ejerce de anfitrión y al que asistirán los grandes dirigentes conservadores del continente en un momento geopolítico esencial, empezando por la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen. Desde que anunció que se valoraba el cambio de ciudad, varios dirigentes advertían de que “iba a ser muy complicado” conseguirlo.
A principios de esta semana lo “complicado” empezó a ser “casi imposible”. Según explican dirigentes del PP, ya se habían cerrado muchas reservas de hoteles que no se podían revertir, recordando la movilización que implica un congreso de estas dimensiones, con dirigentes de la mayoría de países de la UE, recursos, delegaciones, y una planificación que lleva meses. Hacer un cambio en apenas unas semanas era casi imposible.
Intentos hasta última hora
Pero el PP español lo intentó hasta el último momento, según afirman fuentes de la dirección, con Esteban González Pons a la cabeza. Feijóo es consciente de los riesgos que conlleva para él un congreso de todo su partido a nivel europeo en Valencia en un momento muy delicado para Carlos Mazón y, por extensión, para toda su formación. El temor es que se produzcan manifestaciones e incluso que la crisis política empañe el cónclave.