- Encuesta del CIS sobre el Estado del Bienestar
- Más o menos gasto público en ocho servicios
- Sólo el 14% pide gastar “mucho más”
- Igual, menos o mucho menos, el 57,9%
- Contra el apoyo de la OTAN a Ucrania
Pedro Sánchez recibe este jueves en el Palacio de la Moncloa a los portavoces de los partidos con representación en las Cortes, incluido Alberto Núñez Feijóo pero excluido Santiago Abascal, para hablar sobre la situación de la guerra de Ucrania y los planes del Gobierno para acelerar la subida del gasto público en defensa.
La invasión rusa de Ucrania de 2022 ya forzó a Sánchez a anunciar su compromiso de ir progresivamente elevando el presupuesto militar, con el objetivo de llegar en 2029 a ese objetivo (ya un mínimo) de que la inversión pública en defensa sea equivalente al 2% del PIB.
Ese compromiso ha quedado desfasado en los últimos meses. El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ya vaticinaba que el principal socio de la OTAN iba a ser mucho más inflexible a la hora de exigir a sus socios de la Alianza Atlántica aumentar el gasto militar, y por eso Mark Rutte, nuevo secretario general de la OTAN, estaba ya trasladando la presión a los países que menos gastan, como España.
El sorprendente choque dialéctico entre Trump y Volodímir Zelenski en la Casa Blanca fue el momento simbólico que convenció a los grandes países de la Unión Europea de que deben elevar cuando antes el presupuesto destinado a mejorar sus capacidades militares.
Pedro Sánchez pretende acelerar su plan, pero no logra aprobar unos Presupuestos Generales del Estado desde los de 2023 aprobados a finales de 2022, y tiene muy complicado que sus socios de izquierdas y nacionalistas le apoyen en ese plan. Este martes se reunirá a solas con Yolanda Díaz para tratar de vencer la resistencia de Sumar.
Encuesta del CIS sobre el Estado del Bienestar
El aumento del gasto militar se ha convertido, ahora sí, en tema principal del debate político y mediático. Distintos medios están lanzando encuestas sobre lo que opinan los españoles de este asunto, así como de las perspectivas de la guerra de Ucrania, y sobre la posibilidad de que militares españoles puedan ser desplegados en ese país como fuerza de paz e interposición entre rusos y ucranianos.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) incluyó una pregunta relacionada con este asunto en un estudio cuyo trabajo de campo se realizó el pasado mes de noviembre. Donald Trump acababa de ganar las elecciones en Estados Unidos, por lo que se esperaba un giro en la política exterior y de defensa respecto a Joe Biden, también en lo relacionado con Ucrania, Europa y la OTAN.
El organismo público que dirige José Félix Tezanos se embarcó en un estudio sobre “Actitudes hacia el Estado del Bienestar”.
Sus encuestadores preguntaron a casi 4.000 españoles por cuestiones como “¿En qué medida diría que funcionan actualmente en España cada uno de los siguientes servicios públicos?”, y “¿Diría usted que las administraciones públicas le dan más de lo que usted paga en impuestos y cotizaciones, más o menos lo que paga, o menos de lo que paga en impuestos y cotizaciones?”.
Más o menos gasto público en ocho servicios
Entre las decenas de preguntas del estudio, en la octava el CIS pidió a los encuestados que dijeran “si cree usted que las administraciones públicas deberían gastar mucho más, más, lo mismo, menos o mucho menos” en una serie de servicios públicos.
Quienes elaboraron las preguntas seleccionaron ocho tipos de servicios que prestan las administraciones públicas: la protección del medio ambiente; sanidad; seguridad ciudadana; educación; la promoción del arte y la cultura; pensiones; seguro de desempleo; Fuerzas Armadas y Defensa.
Las posibles respuestas eran las siguientes: gastar “mucho más”, “más, “lo mismo que ahora”, “menos” y “mucho menos”.
El CIS diseñó una muestra proporcional de 4.000 entrevistas entre la población residente en España de ambos sexos de 18 años y más. Al final a la encuesta respondieron 3.857 entrevistados, entre el 20 y el 28 de noviembre. La encuesta tenía un error de muestreo de ±1,6% para el conjunto de la muestra, en el supuesto de muestreo aleatorio simple, para un nivel de confianza del 95,5%.
Sólo el 14% pide gastar “mucho más”
En general, los españoles mostraron un apoyo elevado a que las administraciones públicas gasten más dinero en esos servicios citados.
El caso más abrumador es el de la sanidad. El 50,1% de los encuestados se mostraron partidos de investir “mucho más” dinero público en sanidad, y otro 42,6% pidió “más” inversión. Sólo el 6,1% optó por “lo mismo que ahora”, el 0,6% “menos” y el 0,1% “mucho menos”.
Parece claro que el 92% de los españoles, a la luz de esta encuesta, es partidaria de elevar de forma importante el presupuesto que las administraciones públicas destinan a los servicios de salud.
Muy distintas fueron las respuestas cuando a los 3.857 entrevistados les preguntaron “si cree usted que las administraciones públicas deberían gastar mucho más, más, lo mismo, menos o mucho menos” en “Fuerzas Armadas y Defensa”.
Sólo el 14,2% de los encuestados consideraban que España debe gastar “mucho más” en defensa.
Algo mayor era el porcentaje de quienes creen que hay que gastar “más”: 25,7%.
La opción más elegida fue que el gasto en defensa sea “lo mismo que ahora”: el 33,8% dio esa repuesta.
El 16,5% se manifestó partidario de gastar “menos” y un 7,6% pidió invertir en las Fuerzas Armadas “mucho menos” que ahora.
Igual, menos o mucho menos, el 57,9%
Una conclusión que se puede sacar es que el 39,9% de los españoles creía, el pasado noviembre, que el Estado debe incrementar el presupuesto que destina a la defensa militar de España.
Es un porcentaje importante, pero lejos de ser mayoritario. Si se suman los porcentajes de quienes pidieron gastar “lo mismo que ahora”, “menos” y “mucho menos”, se llega al 57,9%: es decir, que casi seis de cada diez españoles rechazaba aumentar el presupuesto público para las Fuerzas Armadas.
Esas respuestas las dieron cuando aún no se había producido la fractura de Estados Unidos con Ucrania y con el resto de la OTAN, ni se estaban lanzando públicamente los mensajes más alarmistas de las últimas semanas, sobre el riesgo casi existencial que, según plantean algunos líderes europeos, planea sobre Europa si la UE y países como Reino Unido no disparan de forma inmediata la inversión para incrementar el poder del conjunto de todas sus fuerzas armadas.
Pero se daba por hecho que Donald Trump forzaría a los países europeos a “pagarse su defensa”, ya que el nuevo presidente considera que hasta ahora se han aprovechado de la benevolencia de Estados Unidos y de la protección de su enorme fuerza militar.
Ya estaba en marcha el plan para aumentar de forma progresiva el gasto militar de España, que en porcentaje de PIB se sitúa en los últimos años a la cola de la treintena de países de la OTAN.
Ese plan lo impulsa un Gobierno de coalición de izquierdas entre el PSOE y Sumar, sostenido con el apoyo parlamentario de otros partidos de izquierdas. Por tanto, ese giro, sobre todo del Partido Socialista, a favor de incrementar la inversión en defensa puede arrastrar a su vez a sus votantes a apoyar ese mayor gasto público.
Pese a todas esas circunstancias, eran claramente muchos más los españoles que apostaban por no elevar esa inversión (57,9%) que los que sí apoyaban aumentarla (39,9%).
Eso no pasaba en ningún otro ámbito: eran mayoría los españoles que pedían gastar “mucho más” o “más” en educación (89%), pensiones (72,7%), protección del medio ambiente (72,2%), seguridad ciudadana (69,4%), seguro de desempleo (55,8%) y hasta promoción del arte y la cultura (51,3%).
Ya se ha indicado que, en la pregunta sobre el gasto destinado a defensa, la opción preferida fue mantenerlo “lo mismo que ahora”, el 33,8%.
Llama la atención el alto número de españoles que creen necesario ya no sólo no subir el presupuesto de las Fuerzas Armadas, sino incluso reducirlo. Suman el 24,1%, es decir, que uno de cada cuatro españoles apoyaba recortar el gasto militar, mucho más que en las respuestas de cualquier otro servicio público sobre los que preguntó el CIS.
Contra el apoyo de la OTAN a Ucrania
El gasto multimillonario en la defensa propia y en apoyo militar a Ucrania es uno de los principales argumentos de quienes se oponen a que la OTAN respalde la resistencia ucraniana frente a la invasión rusa.
Los convocantes de una protesta este pasado domingo ante el Congreso de los Diputados para pedir la “neutralidad” de España en este conflicto utilizaron también ese argumento económico, como también lo difunden distintas campañas de propaganda, algunas de corte “anti belicista” y otras claramente prorrusas, que tratan de minar el apoyo social al envío de armas para Ucrania y al rearme de la OTAN y la UE.
El otro gran argumento de la propaganda prorrusa es el miedo: el miedo a que el apoyo de España, en concreto, y de otros países europeos, derive en un conflicto mayor que suponga que los militares españoles, e incluso jóvenes reclutados a la fuerza, sean enviados a morir a una guerra con Rusia.
Otra encuesta del CIS, distinta a la citada en esta noticia, ya ha apuntado que entre el colectivo de miembros de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad son mayoría quienes apoyaban el plan de Donald Trump de forzar una paz entre Rusia y Ucrania, aunque eso pudiera significar que Ucrania tuviera que renunciar a parte de su territorio.
