Timur ha tocado fondo. Completamente borracho, se ha presentado en la mansión de Bahar acompañado de un grupo de músicos al estilo turco. Frente a su familia, ha decidido hacer un último intento por recuperarla de la forma más caótica posible.
Con la letra en la mano y sin medir las consecuencias, ha comenzado a cantar una canción llena de tristeza y soledad: «Me abandonaron… Estoy en un callejón sin salida, me han dejado, me han dejado«.
Bahar, su madre y sus hijos se han quedado en shock. Nunca imaginaron que sería capaz de hacer algo así. La escena ha sido cuanto menos bochornosa.
Después de su espectáculo, Timur, sin control, se ha sentado en el salón de la mansión, donde la situación ha empeorado aún más. Todavía no entiende que Bahar ha pasado página y que ni siquiera quiere que sea su donante.
El Timur seguro de sí mismo ha desaparecido. Ahora solo queda un hombre derrotado, sin rumbo y sin dignidad. ¿Hasta dónde llegará su desesperación?