Ante una tensión internacional cada vez más elevada para reforzar a Ucrania ante una posible paz, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) ha acudido a la cumbre en París, donde han participado más de 30 autoridades militares de distintos países para entablar la posibilidad de enviar tropas a Ucrania. Dicha reunión fue convocada por el presidente francés Emmanuel Macron y busca formalizar una coalición que disuadiría cualquier ataque que podría lanzar Rusia en el caso de un alto el fuego en Ucrania, cada vez más cerca tras el acuerdo con Estados Unidos al aceptar su propuesta.
Han acudido casi todos los miembros de la OTAN, pero Estados Unidos ha sido excluido porque, según un oficial francés en AP, Europa quiere demostrar que puede ser responsable ante la creación de un marco de seguridad para Ucrania. El objetivo de la reunión ha sido concretar los inicios de un plan de defensa para el país y discutir las posibles aportaciones de cada ejército, tanto de tropas como de armamento y otras formas de asistencia.
Los participantes, la gran mayoría mayoría europeos pero también de Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda, han propuesto que las garantías de seguridad «sean creíbles y a largo plazo» y «no estén desvinculadas» del marco de la OTAN «y de sus capacidades», según han indicado desde el Elíseo tras la reunión. Además, esas garantías deben estar acompañadas de «un apoyo sin fisuras al Ejército ucraniano».
Por su parte, Emmanuel Macron, convocante de la reunión, ha pedido expresamente a los jefes militares «pasar del concepto al plan» para definir garantías de seguridad creíbles, a fin de hacer posible una paz sólida y creíble en Ucrania, añadieron las fuentes francesas. Así, ha recalcado que ha llegado el momento de «asumir responsabilidades» porque «es el momento en que Europa debe poner todo su peso, por Ucrania y por ella misma».
Las negociaciones para la paz en Ucrania están avanzando rápidamente. Ucrania, tras verse excluida de las conversaciones entre mandatarios diplomáticos estadounidenses y rusos el último mes, ha acudido a una reunión en la ciudad de Riad en Arabia Saudí para discutir un marco para la paz en el país y la reunión ha terminado en acuerdo, aceptando la propuesta estadounidense para cerrar un alto el fuego de 30 días. Dentro de este entorno, los países de Europa han fortalecido sus relaciones entre sí, además de intensificar su apoyo a Ucrania, en su búsqueda de formalizar una posición y una estrategia hegemónica para afrontar la realidad próxima del continente.
Un aumento del gasto militar para Ucrania
No es ningún secreto que España es el país que menos gasta en presupuesto militar de los componentes de la OTAN. A esto se le añade la presión, tanto de la organización como de algunos aliados, para incrementar el gasto militar al 2% del PIB antes del verano. El presidente estadounidense, Donald Trump, ya ha amenazado con exigir el aumento de este umbral al 5%, un objetivo que Estados Unidos no alcanza, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha adelantado que esta meta aumentará a, por lo menos, el 3% del PIB de los integrantes de la alianza en la cumbre de La Haya a finales de junio.
Además, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que se “movilizará” 800.000 millones de euros, además de habilitar otras medidas, para que los miembros de la Unión Europea puedan aumentar su gasto en defensa sin incurrir en las penalizaciones de la Unión por el exceso de deuda pública de cada país. El objetivo, según la presidenta de la Comisión, es facilitar la adquisición de armamento militar para enviarlo a Ucrania “inmediatamente” y “ReArmar” a Europa (el nombre del propio plan económico).
España se ha mostrado reacia frente a las presiones, con varios miembros del gobierno, junto con la ministra de Defensa, Margarita Robles, que han rechazado las presiones internacionales y de la OTAN para aumentar su presupuesto en defensa. Actualmente, es la más baja de la OTAN, pero Robles afirmó hace unas semanas que España se regirá a su hoja de ruta que señala 2029 como la fecha en la que se llegue al 2% del PIB en gasto militar, aunque actualmente no ha expresado su posición frente a un posible aumento .
El presidente, Pedro Sánchez, se reunió con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para fijar una posición común frente al gasto de defensa español. Sumar rechaza el aumento de presupuesto, expresando en un comunicado que esta subida “no garantiza la superación de los problemas de la coordinación y falta de interoperabilidad de las Fuerzas Armadas de los distintos países de la UE”. No obstante, Sánchez sí ha manifestado su intención de llegar al objetivo en cuanto antes -especialmente tras haber asistido a varias reuniones europeas respecto al tema-, pero ha asegurado que no habrá recortes sociales para alcanzarlo.