Montoya llegó al reencuentro de ‘La isla de las tentaciones’, 3 meses después de terminar la aventura, dispuesto a contarlo todo. El participante le explicó a Sandra Barneda que, tras la hoguera final, Anita le aseguró que se arrepentía, pero luego se quedó en Madrid con Manuel, con quien siguió viéndose y hasta presentó a su familia. «Aun así la siento como el amor de mi vida», confesó, reconociendo que intentó volver con ella, pero todo se rompió cuando descubrió que Anita había retomado el contacto con su tentador. Al entrar en la sala, ella admitió que sintió atracción por Manuel y que su hoguera final con Montoya fue «una guerra de egos». «Nos perdonamos, pero nunca olvidamos», afirmó, antes de que Montoya irrumpiera en la conversación. «No te arrepientes de haber estado con la persona que se ha cargado nuestro futuro», le recriminó, provocando su llanto.
Cuando la tensión ya estaba al límite, Manuel hizo su entrada con actitud desafiante, lo que encendió aún más a Montoya. «Te he levantado la novia en cinco días», soltó, asegurando que siempre dejó claro a Anita que no quería nada serio con ella. «Le he dicho que vuelva con su novio porque conmigo no iba a tener nada. Con el que ha estado jugando ha sido con Montoya», añadió. La revelación fue demasiado para el exparticipante, que se marchó de la sala entre gritos: «Lamentable, lamentable, y encima le sigue defendiendo», mientras ella no reaccionaba para detenerlo.
Cuando parecía que ya no quedaban más sorpresas, apareció Gabriela con un giro de guion inesperado. «Ahora estoy conociendo a Manuel», confesó, desatando la risa en algunos y las lágrimas en otros. Explicó que intentó acercarse a Montoya tras la isla, pero él seguía obsesionado con Anita y decidió dar un paso atrás. Lo que nadie imaginaba es que, con el paso del tiempo, su relación con Manuel acabaría estrechándose hasta el punto de mudarse juntos a Madrid. «No somos novios, pero estamos ilusionados», confirmaron entre risas.
El impacto de la noticia terminó por hundir a Anita, que rompió a llorar en pleno plató. «Me importa una mierda Manuel, no tendríamos que haber ido nunca a la isla. Te he querido con todos tus traumas y tus taras. Yo le amo a él», se desahogó. Pero Montoya ya tenía su respuesta clara: «Te sigo amando, eres el amor de mi vida, pero me tengo que querer a mí mismo. Esto no es sano». Con esa frase cerró el reencuentro, dejando a Anita sola y repitiendo el mismo desenlace que ya habían vivido en la hoguera.