En el minuto 15 de la primera mitad del partido de vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League, se ha realizado un parón de hidratación, en el que, aparte de beber agua, los jugadores de ambos equipos han aprovechado para escuchar las indicaciones de sus respectivos técnicos.
Pese a que en un principio parecía que este hecho se producía porque en el encuentro hay futbolistas que practican el ramadán, Iturralde González ha explicado en el Carrusel Deportivo de la SER que no se ha detenido el enfrentamiento por este motivo.
La UEFA se ha acogido a la regla 7 de la duración del partido, concretamente en el punto 5 en el que expresa claramente que se puede parar un partido, ya sea minuto y medio o tres, por motivos médicos autorizados por el reglamento de la competición; es decir, se considera un riesgo médico que los jugadores que procesan esta religión puedan no encontrarse bien.
Durante el tiempo que dura el Ramadán, es aconsejable que los deportistas injieran alimentos en tres ocasiones con menús en los que se incluyan las proteínas, grasas, carbohidratos y energías necesarias y no comer mucho más para no interferir en las horas de sueño.
También es recomendable que los futbolistas lleguen muy hidratados a las sesiones de entrenamiento aprovechando los momentos previos al amanecer. Además del agua, las bebidas isotónicas pueden ser de gran ayuda.
Siguiendo las pautas correctas, los nutricionistas consideran que los deportistas pueden minimizar los efectos del Ramadán, de tal manera que concilien su fe con las exigencias del alto rendimiento.
Solo se permite romper con esta práctica en casos muy excepcionales: con enfermedades crónicas, embarazos, lactancias, diabetis o las mujeres que están en el período de la menstruación.