Los números no engañan: el cambio en el banquillo del Valencia a finales de diciembre ha resultado efectivo. Carlos Corberán recogió al equipo colista de la Liga, a cuatro puntos de la salvación. Diez partidos después, los blanquinegros viven la primera semana fuera de las posiciones de descenso desde el mes de septiembre con un punto de ventaja sobre el último de los conjuntos que descendería a Segunda división, el Alavés.
A pesar de las deshonrosas derrotas frente a los grandes, con el momento crítico del 7-1 encajado en Barcelona en la jornada 21, en la que la distancia con la permanencia se extendió a un máximo peligroso de cinco puntos, el Valencia de Corberán se ha rehecho con la ayuda de Mestalla. A diferencia del primer tramo de temporada vivido bajo el mando técnico de Rubén Baraja, de la mano del de Cheste los blanquinegros han recuperado la fiabilidad en Mestalla. Los 12 puntos sumados en los cinco encuentros como local compensan los tres a domicilio en la misma cantidad de partidos lejos de casa. Además, son la base del 50% de cosecha tras la victoria del sábado contra el Real Valladolid (2-1), que por fin permitió al conjunto valenciano escapar de la zona roja después de haber estado, 19 jornadas consecutivas, condenado en ella.
Carlos Corberán dando instrucciones a Enzo Barrenechea / SD
Lo hecho por el Valencia a las órdenes de Corberán supera con creces el bagaje del equipo entrenado por Baraja en los 17 partidos de la Liga 2024/25 que resistió en el banquillo. Hasta su destitución, justo después del empate ‘in extremis’ del 22 de diciembre en Mestalla frente al Alavés, los valencianistas tan solo habían sumado 12 puntos. Con el ‘Pipo’ volaron hasta 39 de los 51 puntos, dejando el porcentaje de éxito en un pobre 24%, menos de la mitad que el 50 % desde el primer partido del nuevo entrenador el 3 de enero ante el Real Madrid (1-2).
Números crecientes de Corberán
Pese a aquella primera derrota, el 15 de 30 del Valencia de Corberán lo situarían undécimo en una hipotética clasificación, según los porcentajes de puntos conquistados, si la Liga hubiese empezado en 2025. Por ese choque aplazado con el Madrid, a causa de la dana, desde entonces, el blanquinegro es el conjunto que más partidos ha jugado y el Barcelona el que menos. Los catalanes solo han jugado siete, pero han sumado 19 puntos, lo que les convierte en el equipo que más ha incrementado su casillero y con un mejor porcentaje, puesto que supone un 90%. Tras el Barça de Flick se sitúan el Madrid y el Getafe, que han ganado el 63 %. En este tiempo, el Betis suma el 59% de los puntos por los que ha competido, el Villarreal, el 58%, el Atlético, el 56 %, el Athletic y el Espanyol, el 54%, y el Rayo Vallecano y el Sevilla el 52%. Más allá del revitalizado Espanyol, el resto de contendientes por la permanencia quedarían así, Leganés y Alavés con el 33%, el Valladolid con un 15% y Las Palmas con un 7% de los puntos en liza.
En la comparativa de ‘los Valencias’ de Baraja y Corberán, el chestano sale claramente fortalecido. Bajo su batuta, pese a contabilizar siete partidos menos, el equipo dobla las dos victorias conquistadas por el grupo con el ‘Pipo’ entre agosto y diciembre (Girona y Betis). Asimismo, el promedio de goles por partido (1,4) también sonríe al Valencia de Corberán respecto al de Baraja (0,94). Si bien, en el debe quedan los 1,9 recibidos por jornada en comparación con los 1,5 de antes.

Baraja, desesperado en la banda de Mestalla / JM. López
Hoy, el objetivo pasa por afianzar la reacción endureciéndose en defensa y estrenar el casillero de triunfos como visitante. Hace dos años, en 2023, Baraja llegó en febrero para salvar al Valencia. Entonces, en sus diez primeros partidos cosecharía 13 sobre 30 puntos posibles.