El movimiento feminista ha vuelto a llenar las calles por el Día Internacional de la Mujer. El temporal provocado por la borrasca Jana ha dejado un sábado de lluvia y vientos en toda España, lo que ha lastrado las manifestaciones convocadas por este 8 de marzo. A pesar de ello, las principales ciudades españolas se han llenado de morado a lo largo de todo el día, en una jornada por el peligro del auge de la ultraderecha para los derechos conquistados y, un año más, la división del movimiento feminista en dos.
Ya venía siendo costumbre en Madrid, pero este año la división del 8M entre las feministas clásicas y las que excluyen a las mujeres trans de su reivindicación, ha llegado a otras ciudades como Barcelona, Valencia o Zaragoza.
Las precipitaciones han merrmado la participación en las marchas e, incluso, han obligado a suspender las movilizciones, como ha ocurrido en localidades como Ávila. Del mismo modo, la jornada ha estado marcada también por dos nuevos casos de mujeres asesinadas, presuntamente, a manos de sus parejas. La muerte de una vecina de 78 años ha llevado a suspender los actos del 8M en Martos (Jaén) mientras que, en Blanes (Girona), se han decretado tres días de luto por el asesinato de otra mujer, presuntamente, por su expareja. Ambos sucesos se siguen investigando.
Feminismo dividido en Madrid
La división del movimiento feminista ha supuesto que Madrid haya estado copada por manifestaciones durante todo el día, con un total de 34.500 personas echándose a las calles, una cifra muy discreta si se compara con las de años anteriores, en los que el movimiento marchaba unido por las calles de la capital.
La mañana la ha protagonizado la convocatoria de las feministas antirracistas, organizada por Comisión 8M, que ha reunido a 25.000 personas, según la delegación del Gobierno -80.000 según las convocantes-, 5.000 menos que el año pasado. En esta han participado representantes del PSOE, SUMAR y Podemos, como las ministras Ana Redondo, de Igualdad, la vicepresidenta Yolanda Díaz o la titular de Sanidad, Mónica García. A estas se han sumado otros rostros como el de Rita Maestre, Irene Montero e Ione Belarra.
Por la tarde, le ha tocado a las feministas transexcluyentes, que han marchado por la capital convocadas por el Movimiento Feminista y a las que se ha sumado representación del Partido Popular. La marcha ha estado centrada en reivindicar la abolición de la prostitución y ha incluido también un acto de apoyo a Gisèle Pelicot, la mujer francesa víctima de violaciones organizadas por su propio marido.
División también en Barcelona
La división, que ya se había producido en años anteriores en Madrid, se ha repetido en esta ocasión por primera vez en otras ciudades. Es el caso de Barcelona. En la Ciudad Condal, ambas han tenido lugar a la misma hora, las 18:00 horas. La manifestación principal ha reunido a unas 25.000 personas, según la Guardia Urbana, que han marchado desde plaza Universitat hasta el Arc de Triomf, centadas este año en la reivindicación del papel de la mujer en los cuidados. A esta movilización ha asistido el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, las conselleras Eva Menor (Igualdad y Feminismo) y Esther Niubó (Educación), y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret.
Del mismo modo, han estado presentes en la convocatoria, las dirigentes Raquel Gil (PSC), Elisenda Alamany, Arés Tubau y Diana Riba (ERC), Jéssica Albiach y Gemma Tarafa (Comuns), Judith Toronjo, Neus Munté y Pilar Calvo (Junts) y Su Moreno (CUP), el líder de UGT, Pepe Álvarez, y el secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros, entre otros.
La manifestación alternativa, convocada por la coordinadora 8M Moviment Feminista, por su parte, ha sumado 400 participantes. Su postura ha sido clara contra la concentración principal, a favor de una ley abolicionista de la prostitución, y crítica con las leyes de identidad de género.
La misma escena se ha repetido en tras ciudades importantes como Valencia o Zaragoza, donde las manifestantes también han recorrido las mismas calles, pero bajo lemas diferentes.
Paraguas Feminista ha comenzado a calentar el ambiente con el habitual cántico de «ista, ista, Zaragoza feminista» antes de emprender puntuales la marcha con una de las pancartas principales en la que podía leerse: «Un paraguas feminista donde quepamos todes frente a la tormenta colonial, capitalista y patriarcal».
Tras ella, han marchado cientos de personas, algunas portando banderas de Palestina, anarquistas y rojas, así como de la Corriente Revolucionaria De Los Trabajadores –CRT– entre otras muchas, y carteles con mensajes como «la vergüenza tiene que cambiar de bando» y «os ofende más una mujer libre que muerta». A ellos se han unido en la plaza Aragón una columna con tambores que han ambientado la protesta.
La Coordinadora de Organizaciones Feministas Zaragoza, por su parte, se han movilizado bajo el lema ‘Hoy son nuestros derechos, mañana serán los tuyos # LuchaFeminista’ reuniendo a las principales formaciones políticas, sindicatos y asociaciones en la glorieta Sasera. Allí, la portavoz de la Coordinadora, Sonia García, ha llamado la atención sobre el «fortalecimiento» que viene experimentando el movimiento de «cuestionamiento» y «retroceso» de los derechos de las mujeres, por lo que ha hecho un llamamiento a la ciudadanía «para que nos acordemos de que los derechos se conquistan, se pelean, se luchan y si no se ejercen, se pueden perder».
Un mensaje que ha dirigido especialmente a la gente más joven, «que quizás ha nacido ya con una serie de derechos que no ponen en cuestión y que les pueden ser arrebatados».