El papa Francisco suma ya 24 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde que el pasado 14 de febrero tuviera que acudir al centro médico por una complicación en sus problemas respiratorios, más concretamente, tras derivarse una neumonía bilateral. Una infección que se ha ido complicando con el transcurso de los días a raíz de que el pontífice ya padecía una enfermedad pulmonar crónica, pues se le extirpó parte de un pulmón cuando era joven.
El papa Francisco, en una de sus últimas apariciones públicas
De esta manera, Jorge Mario Bergoglio -su nombre real- debe permanecer internado hasta que su situación no cambie por completo y se recupere en su totalidad. Cabe destacar que, durante el transcurso de los días, no ha presentado grandes mejorías, pero sí que ha ido superando todas las complicaciones que se le han ido manifestando, como los broncoespasmos, una crisis de respiración asmática por acumulación de mucosidad, fiebre, vómitos y dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda.
En cuanto a su situación actual, el Vaticano informó en el último comunicado el pasado sábado por la noche que la salud del santo padre «se ha mantenido estable y, en consecuencia, demuestra una buena respuesta a la terapia. Se registra, por lo tanto, una gradual, leve mejoría». Ahora, en un nuevo mensaje emitido durante la mañana del domingo, desde el hospital Gemelli se detalla, de forma muy breve, que el papa Francisco ha pasado una noche «tranquila» y esta mañana se encuentra descansando: «La noche ha sido tranquila. El papa reposa».
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Por otro lado, indican, no habrá nuevas actualizaciones médicas hasta el lunes por la tarde. Por lo tanto, esta noche no se explicarán novedades clínicas en el comunicado que se emita desde el Vaticano, a no ser que haya un cambio drástico de última hora en su estado de salud. El motivo de ello se debe, según argumentan, a que las condiciones del papa son estables, dentro de la complejidad, mientras realiza fisioterapia respiratoria y motora, muscular.
Por último, se detalla que este mismo domingo 9 de marzo, el pontífice argentino volverá a compartir sus reflexiones con una homilía en la misa por el Jubileo de los Voluntarios en la plaza vaticana, que será leída por el cardenal encargado de presidirla, el canadiense Michael Czern. También lo hará a través de su catequesis del Ángelus dominical, en el que como en las últimas tres semanas, Francisco no podrá asomarse a la ventana del Palacio Apostólico.
Una vela con la imagen del Papa Francisco, al pie de la estatua de San Juan Pablo II en las afueras del Hospital Universitario Gemelli, en Roma
Esta tarde, además, la Curia Romana empieza los ejercicios espirituales de Cuaresma a en el Aula Pablo VI del Vaticano, unas reflexiones en las que el santo padre no podrá participar, pero estarán organizadas «en comunión» con él.
