Tras meses de polémica, votaciones y a falta de algún que otro trámite, el lobo ya no cuenta con una protección especial en los estados firmantes del Convenio de Berna, donde se incluye toda la Unión Europea. Desde este viernes, 7 de marzo, estos países podrán rebajar el estatus del lobo de «estrictamente protegido» a «protegido», lo que podría permitir cazar al cánido por un asunto de regulación poblacional. Este cambio fue propuesto el pasado septiembre por el Comité de Representantes Permanentes de los Gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea (Coreper). Aunque la iniciativa contó con mayoría cualificada, España e Irlanda fueron los únicos países que se opusieron. Pese a ello, el Convenio de Berna, que tenía la última palabra para llevar la rebaja adelante, dio su visto bueno el pasado diciembre, y la reducción entró en vigor este viernes.
Con todo, el cambio de estatus de protección del animal no es inmediato. Ahora, la Unión Europea tiene que introducir la modificación legal en su regulación interna y, posteriormente, los países miembros podrán -o no- aplicar la rebaja. En este sentido, la Comisión Europea ha propuesto este mismo viernes modificar la Directiva de Hábitats para introducir la rebaja, un paso primordial. «Este procedemento é máis complexo aínda que o do Convenio de Berna, pois precisa de unanimidade dos Estados membros e levará moito tempo de darse o caso», explica el biólogo experto en lobo Martiño Nercellas, que, además, advierte que esta rebaja a nivel europeo no afectaría a España, ya que se rige por una normativa independiente.
La situación española
Y es que para entender la regulación del lobo en España y Europa hay que retrotraerse a muchas décadas atrás. «Dáse a peculiaridade de que España, con relación ao seu compromiso co Convenio de Berna [una de las condiciones para entrar en la Comunidad Económica Europea], ratificou o acordo no 1986, pero condición de incluír o lobo como especie protexida ao amparo do chamado Anexo III, estatus ‘protexido’, simplemente«, explica Nercellas. » É dicir, que a rebaixa que pide a Comisión para os países membros leva décadas en España», concluye.
Y es que la protección del lobo está regulada en España, entre otras cosas, por una normativa específica: la Ley de Patrimonio Natural, donde está incluido el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lesrpe), que busca proteger a animales y plantas en peligro de extinción en el país. En concreto, el lobo ibérico se incluye en este listado desde septiembre de 2021.
¿El Lesrpe permite la caza?
Pese a este régimen ciertamente estricto de protección animal, el Lesrpe sí que deja espacio para control poblacional, pero lo cierto es que no es sencillo. «Únicamente podrán ser autorizadas capturas y extracciones de manera justificada cuando todas las medidas de prevención se hayan revelado ineficaces; con la garantía científica de que no comprometerán el buen estado de conservación de la especie y ante la evidencia de daños importantes o recurrentes en la actividad ganadera», explica el Ministerio de Transición Ecológica, que por ahora no tiene previsto sacar al lobo del Lespre.
En todo caso, Nercellas defiende las garantías del sistema para controlar poblaciones de lobo. «Recentemente, estas disposicións veñen de ser activadas polo goberno de Cantabria, que acaban de tramitar expediente ao Ministerio conforme van a conceder autorizacions», apostilla.
La Xunta: «Hai que revisar o nivel de protección»
En los últimos meses, algunas comunidades autónomas, como Asturias o Cantabria, ya han expresado su desacuerdo con la protección del lobo en España, una protesta también secundada por la Xunta. «Galicia sempre defendeu que a inclusión do lobo no Lesrpe non obedeceu a criterios obxectivos, senón que foi froito de motivos meramente culturais e ideolóxicos», indica la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático. «O censo elaborado pola Xunta estima que en Galicia hai 93 mandas de lobos e que o seu estado de conservación é favorable», defiende.
Por otra parte, desde Medio Ambiente esgrimen que esta «sobreprotección» está suponiendo un lastre para el ámbito agrícola. «A decisión do Goberno central de incluilo no Lesrpe está a dificultar o equilibrio entre a especie e o sector primario no medio rural cun aumento dos avisos -un 76% máis desde 2021- e das reses afectadas: un 57% máis no mesmo período», apostillan.