La rama pakistaní de ISIS tenía en Barcelona una célula estructurada y numerosa que había comenzado a hacer localizaciones y estudiarlas de cara a la selección de objetivos de acciones terroristas. Es el detalle más inquietante de la operación antiyihadista que ha trascendido este viernes, y que ha desarrollado la Policía Nacional en colaboración con los Mossos d’Esquadra y la policía italiana.
Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía han desmontado la célula practicando diez detenciones en Barcelona y su área metropolitana oel pasado lunes. Todos los detenidos son de origen pakistaní. Al tiempo, la Policía italiana detuvo a otro implicado en Piacenza, en el norte del país.
En un comunicado difundido este viernes, la Policía Nacional atribuye a los detenidos delitos de enaltecimiento, apología, adoctrinamiento y financiación del terrorismo, además del mencionado de preparativos para posibles atentados.
Recaudar y decapitar
Era un grupo de mujeres, entre los colectivos de prosélitos que recibían las consignas, el encargado de la labor de selección de objetivos. El grupo tenía una líder, mujer a la que los investigadores consideran una «dinamizadora» del terrorismo islámico.
Los detenidos forman, según la Policía, “un grupo perfectamente jerarquizado y estructurado”. La célula utilizaba canales encriptados de mensajería instantánea para impartir consignas de decapitación y otro tipo de asesinatos de infieles al integrismo musulmán.
En los mismos canales hacían loas a “muyahidines” autores de atentados contra personas que hubieran cometido atentados contra “la blasfemia” de Europa y Pakistán.
La red también se estaba financiando con aportaciones de dinero que periódicamente iban haciendo los miembros de la organización.