Desde que la pasada semana se conoció la propuesta del Ministerio de Hacienda para asumir más de 83.000 millones de euros de deuda de las comunidades autónomas, 8.000 de ellos de la Comunidad de Madrid, el Ejecutivo madrileño, y en particular su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, no han dejado de elevar un tono ya previamente de absoluta confrontación contra lo que la propia Ayuso ha bautizado como el «desguace» de España por parte de Pedro Sánchez y el independentismo. Hoy ha aprovechado una rueda de prensa posterior a la reunión semanal de su consejo de gobierno, celebrado en Valdemoro, para subir un nuevo peldaño. «El daño que se está causando a España tardará mucho en repararse y quizá sea irreparable si llegamos tarde», ha señalado después de retratar a un Sánchez «preso y siempre sobornado» por sus socios.
La presidenta madrileña ha referido los acuerdos alcanzados por los socialistas con Esquerra Republicana de Catalaunya y Junts en materia de financiación y de inmigración para asegurar que un «nuevo Frente Popular» está preparando el terreno para convertir el país en una «república federal plurinacional», un argumento en el que viene insistiendo estos días. «Esto no va de dinero, sino de Estado de derecho, de Constitución y de Historia«, ha enfatizado, no sin antes dejar de poner el acento en que en ese proceso, se está haciendo de Madrid, y del resto de España, «el cajero automático de los independentistas catalanes para sufragar que Pedro Sánchez siga en la Moncloa».
Un Sánchez, ha abundado, que, al frente del Gobierno «más débil de la democracia» va camino de «regalar a Puigdemont otro 1-O» en el que Salvador Illa, ha vaticinado, será vicepresidente. «Un día, cuando el golpe se repita ya no habrá modo de impedirlo», ha añadido, «porque ya controlarán la Hacienda, las fuerzas y cuerpos de seguridad, los funcionarios hasta de los ayuntamientos, la prensa y el Estado de derecho».
«Madrid, la casa común de los españoles»
Esa es «la bomba», ha dicho, sobre la que cabalga España, en una panorámica en la que ha incluido a Bildu, a un PNV «que tiene los días contados» y a Sumar, definido por la presidenta madrileña como «el tonto útil de Pedro Sánchez».
Frente a ello, ha contrapuesto el gobierno de la Comunidad de Madrid, al que ha definido como «la casa común de todos los españoles». Su gabinete, ha proclamado, tiene «la obligación» de denunciar lo que está pasando en el conjunto de la nación y tratar de frenar un proyecto «que da pasos sin vuelta atrás».
«Aunque quieran echar por tierra el éxito de Madrid dudo que lo consigan», ha concluido Ayuso. «Les va a costar, porque somos una sociedad libre, próspera, que está más de moda que nunca y que hoy lidera la economía española por méritos propios, no por gasto público ni por clientelismo político», ha concluido.