No pudo ser. El sueño mundialista de Sandor Martín se escapó por muy poco en una pelea en la que demostró no ser peor que el campeón Alberto Puello, quien retuvo en cinturón superligero del Consejo Mundial de Boxeo por una controvertida decisión dividida (116-112, 115-113 y 113-115).
En esto del noble arte, los jueces tienen patente de corso y siguen sorprendiendo con algunas puntuaciones. La pelea fue muy cerrada. El aspirante renunció a algunas de sus virtudes más preciosistas para demostrar desde el primer tañido de la campana que se presentaba en el Barclays Center de Nueva York con la firme decisión de morir por la gloria.
Sandor Martín fue de más a menos, pero terminó bien los dos últimos asaltos y no perdió el combate. Al menos, no lo hizo por ese 116-112 que debería sonrojar al autor. Fue una pelea difícil de puntuar que ofrecía tan solo tres opciones posibles: nulo (114-114), victoria del dominicano por la mínima (115-113) o del español por idéntica cifra (115-113).
El discípulo de Rafa Martín empezó muy activo y mandaba con cierta claridad a la conclusión del cuarto asalto con buenos golpes al cuerpo, esquivas oportunas y una agresividad que sorprendía al insular. Sin embargo, en el tercero ya consiguió llevarse al aspirante a las cuerdas y vislumbró lo que podría venir a continuación.
El quinto envite fue más trabajo y Puello empezaba a aprovechar su mayor envergadura, mostrándose más activo en el séptimo y en un buen inicio del octavo con dos buenas manos. Sandor parecía más cansado ante un rival que se ciñó el cinturón el pasado mes de junio, pero en el noveno reaccionó el barcelonés.
Sandor hizo méritos en los tres últimos asaltos al menos para no perder. Acabó más cansado y le costó imponer su boxeo, pero en esa otra forma de pelear dio la talla hasta el final y la mejor prueba de ello es que el domInicano las tenía todas consigo y no le daban ganador ni los apostadores ni el experto de la organización, aunque esto no sirve para nada.
Sandor Martín rozó la victoria contra Puello / AP
Al final, de la alegría a la tristeza. El emblemático Jimmy Lennon Jr. empezó con la puntuación favorable para el español (115-113), siguió con la primera desfavorable (115-113) y a continuación el 116-112 y las dos palabras malditas: «And still (y todavía)!». Sí, todo el boxeo español querría haber escuchado «And new (y nuevo)!»
El catalán llevaba un año como aspirante a la espera de que se concretase su gran oportunidad, pero el campeón Devin Haney se ‘borró’ en los albores del pasado verano para subir de categoría y buscar el dinero frente a Ryan García. Después la fecha fue cambiando y se pasó de noviembre a diciembre, después a enero y por fin al 1 de marzo. La amargura de la derrota no debe empañar la sensacional imagen que ha ofrecido por tercera vez en Estados Unidos y a buen seguro que llegarán más oportunidades.
Y ojo, que no puede hablarse de robo como en otras ocasiones, aunque sí calificar con adjetivos muy bajos al artífice del 116-112. Esa puntuación no es admisible y no refleja en absoluto lo visto sobre el ring de un repleto Barclays Center.