doble nacionalidad y sin contacto con el Gobierno
  1. Una salida voluntaria
  2. Autocares a Rafah
  3. Preparados por si hay que evacuar
  4. No hay una cifra exacta

No todos los españoles han abandonado la Franja de Gaza. Tras el estallido de la guerra, en octubre de 2023, los bombardeos de Israel forzaron a miles de personas a abandonar el territorio y el Gobierno de España fletó una serie de convoyes que atravesaban toda la Franja hasta la única salida: el paso de Rafah, que comunica con Egipto. Pero no todos los ciudadanos españoles quisieron huir.

En este tipo de conflictos, como sucedió con Ucrania en febrero de 2022 tras la invasión rusa, hay centenares de personas con doble nacionalidad. Algunos optaron por escapar de los ataques militares, pero desde el Ejecutivo aseguran que siempre hay grupos de ciudadanos que prefieren quedarse en sus casas a pesar del riesgo de terminar sepultados bajo los escombros.

Una salida voluntaria

Respecto a quienes tienen nacionalidad española, la decisión de escapar o quedarse la toma ellos mismo. No se les puede forzar a marcharse.

Según explican fuentes diplomáticas españolas, solo se puede evacuar a quien quiere abandonar la Franja.

Tras los ataques israelíes, el Ministerio de Exteriores se puso en contacto con los españoles que residen en Gaza para conocer su situación: cuántos son, en qué punto exacto residen, qué necesidades tienen —falta de agua, higiene, luz…—.

Autocares a Rafah

Una vez recabaron esta información, empezaron a fletar autocares, que atravesaron la Franja, desde la ciudad de Gaza hasta el paso fronterizo de Rafah. Fue una operación semejante a la que se puso en marcha en Ucrania.

En todo momento, fueron siguiendo quiénes conseguían pasar la frontera, porque Egipto se encargaba de pasar un listado de nombres cada día, como adelantó Confidencial Digital.

Sin embargo, de aquello hace ya más de un año, y aún sigue habiendo españoles en la Franja. Fuentes gubernamentales consultadas por este medio aseguran que se trata de un número reducido que ha optado por continuar en la zona.

Explican que no es una decisión extraña, sino que, con cierta frecuencia, personas con arraigo optan por quedarse con sus familias y sus enseres, en vez de marcharse y resignarse a perderlo todo.

Edificio demolido en Rafah, Palestina.

Preparados por si hay que evacuar

Aunque el Gobierno no puede hacer más, se mantiene pendiente de la situación de esos españoles. La operación para sacar de allí a todos los que lo solicitaron terminó hace meses, pero la coyuntura es cambiante. Ahora Israel y Hamás han pactado un alto el fuego que garantiza el cese de los bombardeos, pero eso puede cambiar en las próximas semanas.

Por eso el Ejecutivo no pierde de vista a los que siguen allí, por si cambian de opinión y decidiesen salir.

La situación es muy complicada en la Franja. La mayoría de los edificios han quedado derruidos por los bombardeos, no hay luz, y los palestinos dependen de la ayuda humanitaria que llegue del exterior. Algo que Israel ha tratado de vetar desde el inicio del conflicto acusando a las ONGs y a la ONU de actuar en favor de Hamás.

Las ayudas llegan con cuenta gotas para la cantidad de población que continúa en la Franja. Sigue habiendo productos en algunos mercados, pero con los precios disparados —el kilo de tomate se cobra a diez euros, según informó El País—, y todos los días los ciudadanos se ven abocados a buscar agua y fuego para beber y cocinar.

No hay una cifra exacta

El Gobierno de España no ha facilitado la cifra exacta de españoles que continúan en la Franja. Evacuó al último grupo el 15 de noviembre: un grupo de 29 personas. Sin embargo, como informó Confidencial Digital, Exteriores continuó ayudando a una treintena de ellos que aún no habían podido evacuar, y finalmente lo consiguieron en diciembre, un mes después.

Pero el solo responde a los que quisieron salir del territorio. Los ciudadanos con doble nacionalidad que decidieron quedarse no han contactado con los servicios consulares españoles, dada su decisión de no abandonar la Franja. El Gobierno asegura que es difícil conocer el número exacto, pero sostiene que no se trata de una cifra elevada.

Fuente