Marc Márquez se quedó a un suspiro de acabar la jornada del viernes como referente en Buriram. La última vez que el mayor de los hermanos de Cervera comenzó un Gran Premio con pleno fue en el pasado agosto en Aragón y encabezó todas las clasificaciones, del Libre 1 a las victorias en las dos carreras, dominando de cabo a rabo, y solo dejó escapar el warmup de 10 minutos porque fue en mojado y ni salió a pista. Así se escribió como conquistó sus primeras victorias con Ducati, marcándose una actuación que solo se le veía en sus buenos tiempos con la Honda en circuitos donde nadie osaba toserle como Sachsenring y Austin. Pero in extremis Alex le chafó la guitarra cuando estaba acabando su interpretación. También una vuelta cancelada por bandera amarilla colaboró. Pero al fin y al cabo un Márquez dominó.
“No me gusta que alguien me gane, pero duele mucho menos si me gana Álex, un noventa por ciento menos duele y no será la primera vez que mi hermano me gane este año. Mi hermano ya no es una sorpresa», ha comentado en los corrillos con la prensa.
Lee también
«Pero es un viernes, lo importante son los papeles, el ritmo. Pecco y yo somos los que tenemos más ritmo, viéndolo un poquito por encima. Luego estaba mi hermano; Bezzecchi no está mal, pero veremos mañana», ha reflexionado.
Una de las cosas que Marc pretende corregir este año que va ya con la Ducati pata negra son los problemas para meterse en Q2 y pelear directamente por la pole e incluso por tres veces ni superó la Q1. «El objetivo es esta clasificación que tanto me hipotecó el año pasado, intentar clasificar bien, estar en esa primera fila, como máximo la segunda para hacer un buen Sprint y una buena carrera”.
Y así valoró que haya sido su primer rival Pecco Bagnaia quien haya sufrido el problema de tener que pasar por la Q1. «Sí, pero por la tarde, mírate bien los papeles. Estaba bien, tenía buen ritmo, estaba rodando en esos 30 bajos con goma usada, que ya es rápido. Lógicamente, analizaré su telemetría porque la tengo al lado del box para ver qué hace mejor y qué hago yo peor, pero mañana lo espero en esa primera fila. Ha tenido mala suerte con las banderas amarillas y sobre todo también con Morbidelli. Es una de las cosas que pasa, que con las banderas amarillas ya más de una vez, y no será la última, pilotos punteros buenos se quedan fuera”, ha valorado.
