- La mayoría de intentos de suicidio se producen por depresión
- Empeoramiento de la salud mental tras la pandemia
- Cómo detectar conductas suicidas en adolescentes
- Aumento de las autolesiones
Los intentos de suicidio en menores están aumentando de manera preocupante. Concretamente, la cifra ha escalado un 56% en el último año, según los datos proporcionados por la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) a Confidencial Digital.
La SEUP ha detectado un incremento del 122% en los diagnósticos de intoxicación no accidental por fármacos en la población infantojuvenil.
Así lo han plasmado en un estudio multicéntrico en el que analizan el incremento progresivo de las urgencias psiquiátricas en niños y jóvenes en los últimos años, especialmente tras la pandemia de la covid.
La mayoría de intentos de suicidio se producen por depresión
La causa principal que se esconde detrás de esta triste realidad es la depresión, tema que se abordó en el 21º Congreso de Actualización en Pediatría de la Asociación Española la semana pasada. Este trastorno mental es el factor de riesgo más implicado en la conducta suicida, según alertaron los especialistas.
En España se han incrementado un 50% los casos de depresión y ansiedad en menores durante la última década, según la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (AEPNyA).
La doctora Clara Luna Parera, pediatra de Atención Primaria del centro de salud Tres Cantos señala que “hay que tener en cuenta que la edad es un factor determinante en la expresión clínica, siendo el miedo, la tristeza, la irritabilidad y las quejas somáticas, síntomas diana que nos deben de hacer sospechar su existencia”.
La prevalencia de los trastornos de ansiedad en la edad pediátrica oscila entre el 10 y el 20%, en función del diseño epidemiológico del estudio, los criterios diagnósticos empleados, los tipos de trastornos de ansiedad incluidos y la edad de los pacientes.
Empeoramiento de la salud mental tras la pandemia
La advertencia del Congreso de Pediatría sonó contundente: las urgencias psiquiátricas entre los menores han aumentado considerablemente debido al empeoramiento de su salud mental en los últimos cinco años, con un incremento de las consultas tanto en Atención Primaria, como en salud mental especializada y los servicios de urgencias.
El doctor Celso Arango, psiquiatra y jefe de grupo del CIBER de Salud Mental en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, explicaba en una entrevista a Confidencial Digital, que la pandemia de Covid ha exacerbado los problemas de salud mental, debido al confinamiento, la interrupción de la escolaridad, la falta de interacción social y el estrés en el hogar.
Según un estudio de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), entre 2020 y 2022 se registraron 1.949 intentos de suicidio en menores de edad, con 906 casos solo en 2022, lo que representa la cifra más alta de la última década. De hecho, el suicidio se ha convertido ya la primera causa de muerte en niños y adolescentes.
Una barrera que lastra la prevención del suicido es la creciente dificultad en el acceso a los servicios de salud mental. Los psicólogos y psiquiatras privados no están al alcance económico de todo el mundo y en la sanidad pública los pacientes se encuentran con listas de espera interminables. El déficit de especialistas agrava la situación.
Cómo detectar conductas suicidas en adolescentes
Los pediatras de Atención Primaria destacaron en el Congreso las señales de alarma que ayudan a identificar posibles riesgos de suicidio en un adolescente: la expresión clara de dolor emocional, desesperanza, desconexión social, sentir que no es importante o que es una carga, y pensamientos o deseos explícitos de suicidio.
También mencionaron, como señales indirectas, los intentos previos, conductas temerarias (como uso de sustancias), cambios repentinos de comportamiento, emociones negativas constantes, abandono de actividades y relaciones, alteraciones en rutinas como pueden ser el sueño o la alimentación y comportamientos de despedida o cierre de situaciones.
Aumento de las autolesiones
De acuerdo con el último informe de The Lancet Comission, uno de cada seis adolescentes se autolesiona de manera habitual.
Las autolesiones pueden producirse por distintos motivos: alivio o disminución de sentimientos negativos (enfado, ansiedad, tristeza, sentimiento de vacío emocional), autocastigo, expresión de dolor emocional intenso, necesidad de refuerzo social positivo, exposición en redes a contenido que normaliza la autolesión y fomenta la imitación u otras.
“Es importante distinguir las autolesiones sin finalidad suicida de las conductas suicidas y entablar una comunicación abierta con el adolescente para que pueda expresar sus emociones en un entorno seguro y con empatía, tratando de que se sienta comprendido, sin ser juzgado o criticado”, asegura la doctora Raquel Jiménez García, jefa de sección de Pediatría del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.
