A Verónica no le cuadran muchos detalles sobre el atropello de Hugo Aguilar. Algo dentro de ella le dice que Rafa no fue el que lo hizo y cree que alguien puede estar intentado que cargue con las culpas.
Para salir de dudas, Verónica le pide a Álex que la acompañe al lugar en el que supuestamente estuvo el día del accidente y en el que se supone que le robaron el coche. ¿Está comenzando a sospechar del hijo de su amigo?
Álex recuerda los momentos que pasó en ese lugar con su madre y le dice a Verónica una hora aproximada en la que estuvo ahí el día del accidente de Hugo. Para aportarle más credibilidad a la historia, le dice que compró en un puestecito de ahí una botella de agua, tal y como le había dicho su padre.
Al escuchar al joven, a Verónica parece que se le despejan las dudas acerca de su posible culpabilidad y le pregunta qué tal está llevando la ausencia de su madre. ¿Estará el secreto de Álex a salvo?