Este sábado llega una cita especial para Javi Guerra. El centrocampista de Gilet ha estado entre algodones a lo largo de la semana con el objetivo de presentarme en la mejor condición física posible al encuentro de la jornada 25 frente al Atlético en Mestalla. En su momento más dulce de la temporada, renacido de la mano de Carlos Corberán, el ‘8’ del Valencia CF ha apretado los dientes para dejar las molestias musculares con las que terminó en La Cerámica y ayudar al Valencia a escapar de la zona de descenso ante un rival que negoció por su fichaje el pasado verano.
En un choque de fuerzas entre Carlos Bucero, partidario de Guerra, y Andrea Berta, que apostaba por Conor Gallagher, el macrotraspaso de João Félix al Chelsea y Jorge Mendes terminaron decantando la balanza para que el inglés fuese el refuerzo en el centro del campo de Diego Simeone. Aun así, el interés del Atlético, que estuvo dispuesto a finales de julio a pagar por el valenciano de 21 años más de 20 millones, sigue activo con vistas al futuro. La predilección por Javi Guerra del director de Fútbol rojiblanco, el exagente Bucero, no ha caducado.
Hugo Duro y Javi Guerra / JM LOPEZ
El presente, sin embargo, pasa por el choque del sábado. Entre Guerra y Gallagher y, sobre todo, entre el Valencia y Atlético de Madrid. Con contrato hasta junio de 2027, y una cláusula de rescisión de 100 millones, el jugador se siente especialmente cómodo en el equipo desde la llegada de Corberán. A pesar de que tomar la alternativa en la Liga con Rubén Baraja, las discrepancias el curso anterior sobre su posición y misión táctica enfriaron la sintonía con el ‘Pipo’, hasta el punto de que este cambió su discurso protector por uno más agresivo en público. A mediados de septiembre de 2024, Baraja indicó que Guerra sabía que «debe consolidar su juego, ser más continuo, que tiene que exigirse mucho más».
En definitiva, mientras pedía más a unas «condiciones» naturales «brutales», Baraja fue incapaz de extraerlas. Después de una campaña 2023/24 irregular, pese a los cuatro goles y una asistencia, el excanterano del Villarreal ha enderezado su prometedora progresión con la colaboración del cuerpo técnico de Corberán. Con Baraja calentó banquillo en seis partidos, una circunstancia que no ha vuelto a vivir desde la llegada del de Cheste, siendo titular en los siete partidos de Liga que van desde la visita del Real Madrid (1-2) al empate a uno en Vila-real (1-1).
En estos dos meses tras el cambio de entrenador, Guerra ha cogido el guante y se ha erigido, junto a Luis Rioja, en el principal impulso ofensivo del equipo. Su fútbol ha ganado en consistencia y, contra el Celta, se destapó con un tanto y una asistencia. Desde el gol para la salvación al Valladolid en 2023 hasta el anotado contra los vigueses, el ‘8’ suma seis. El hecho en el 3-0 al Atlético de septiembre de 2023, duelo en el que brilló, sobresale entre todos ellos. En la presente temporada, su cuota de participación en los 25 goles blanquinegros se limita al 12 %. Ahora, en su mejor momento, Guerra afronta la recta final del curso listo para aumentarla y mantener al Valencia en Primera. El cuerpo técnico dosificó su carga física en el inicio de semana. El miércoles realizó parte del trabajo con el grupo y ayer completó la sesión sin problemas.