Las expectativas de inflación de los consumidores de EEUU para los próximos 12 meses, que recoge la Universidad de Michigan en su sondeo sobre la confianza del consumidor, han subido en febrero hasta el 4,3%, su lectura más alta desde noviembre de 2023, y marcan dos meses consecutivos de aumentos «inusualmente grandes».
Con este repunte, el dato se sitúa muy por encima del rango de 2,3-3,0% observado en los dos años anteriores a la pandemia.
Por su parte, las expectativas de inflación a largo plazo también se han elevado hasta el 3,4% en el segundo mes del año. «Este es el mayor aumento intermensual observado desde mayo de 2021«, explican desde el organismo que difunde los datos.
«En cuanto a las expectativas de inflación tanto a corto como a largo plazo, los aumentos de este mes fueron generalizados y se observaron en todos los grupos de ingresos y edad. Las expectativas de inflación aumentaron este mes tanto para los independientes como para los demócratas; cayeron ligeramente para los republicanos».
En el caso del índice del sentimiento del consumidor, ha extendido su declive de principios de año, para situarse en 64,7 puntos en febrero en comparación con los 67,8 de enero.
«La disminución fue unánime en todos los grupos por edad, ingresos y riqueza. Los cinco componentes del índice se deterioraron este mes, liderados por una caída del 19% en las condiciones de compra de bienes duraderos, en gran parte debido a los temores de que los aumentos de precios inducidos por los aranceles sean inminentes», indica Joanne Hsu, directora de la encuesta.
Respecto al índice de las condiciones económicas actuales, ha experimentado un descenso desde 75,1 hasta 65,7, mientras que el componente de expectativas ha retrocedido a 64 unidades desde 69,5.
«Las expectativas sobre las finanzas personales y las perspectivas económicas a corto plazo disminuyeron casi un 10% en febrero, mientras que las perspectivas económicas a largo plazo retrocedieron alrededor de un 6% a su lectura más baja desde noviembre de 2023. Si bien el sentimiento cayó tanto para los demócratas como para los independientes, se mantuvo sin cambios para los republicanos, lo que refleja los continuos desacuerdos sobre las consecuencias de las nuevas políticas económicas», concluye Hsu.