Cuando está a punto de cumplir 3 años, el conflicto armado en Ucrania se ha ganado a pulso el sobrenombre de la guerra de los drones. Las aeronaves no tripuladas, como las que tiene España, están teniendo un papel clave en el altísimo número de operaciones y misiones que se realizan a diario en el campo de batalla con una efectividad de primer orden.

Según los últimos datos recogidos por el WSJ, hay zonas en Ucrania donde más del 70% de las bajas y los daños materiales han sido provocadas por los drones rusos. La mejora técnica de los últimos modelos lleva la delantera a los sistemas encargados de neutralizarlos; a lo que se une el refuerzo ruso en este campo, cuya proporción es de 10 a 1 respecto a las aeronaves ucranianas.

Sin embargo, desde Kiev no se desaprovecha una sola oportunidad de intentar recortar esta diferencia. La última noticia al respecto proviene de Zelenski, quien ha anunciado la buena marcha de la producción a gran escala del dron AN-196 Liuty (Feroz, en su traducción al castellano) como una de las piezas clave de su estrategia.


Dron AN-196 Liutyi en una misión nocturna

Donbas Realities

La comunicación se ha llevado a cabo tras una visita junto al presidente del Comité Militar de la OTAN, Giuseppe Cavo Dragone, a las instalaciones de fabricación situadas bajo tierra y en una ubicación secreta. Además, los planes de Ucrania pasan por incrementar al máximo la fabricación de drones y se han marcado el objetivo de los 3 millones durante todo 2025.

Los últimos datos son halagüeños, ya que en enero han conseguido completar 200.000 unidades, según el Ministerio de Defensa del país. La mayoría de ellos, añaden, son pequeños cuadricópteros especialmente ideados para operaciones a corta distancia y baja potencia, aunque el papel de las aeronaves kamikazes de largo radio cada vez es más relevante.

El Feroz letal

Según algunos reportes de medios locales ucranianos, el ejército de Kiev recibió durante 2024 más de 6.000 drones de largo alcance, la mayoría de ellos del modelo AN-196 Liuty. Esta cifra supone un incremento importante de la capacidad industrial nacional de Ucrania, que poco a poco ha ido desprendiéndose de la dependencia externa para crear un tejido productivo capaz de satisfacer las necesidades de sus fuerzas armadas.

El desarrollo del AN-196 Liuty se anunció oficialmente a finales del 2022 y fue impulsado por el conglomerado nacional UkrOboronProm. Poco después, en mayo de 2023, la aeronave realizó su primer despliegue en combate conocido, cuando las fuerzas ucranianas atacaron unas instalaciones petrolíferas en territorio ruso cerca del mar Negro, tal y como recoge Defence Blog.

En agosto de ese mismo 2023, se entregó el primer lote de los fabricados en serie a las fuerzas ucranianas, dando excelentes resultados en el campo de batalla. El primer ataque de largo radio conocido ocurrió un mes después, cuando un dron de este modelo alcanzó la base aérea de Sochi (Rusia), en el flanco noreste del mar Negro.

A este primer ataque le siguió un segundo el primer día de octubre de ese 2023, impactando en un helicóptero cerca de la misma ciudad. El resultado positivo de ambas misiones de largo radio supuso la confirmación empírica de las capacidades del dron kamikaze.

AN-196 Liutyi

El Liuty está formado por un fuselaje de ala baja integrado y construido principalmente con fibra de vidrio reforzada con resina epoxi, dos materiales que se han convertido en un estándar en la industria al proporcionar ligereza y robustez a bajo coste. Asimismo, al tratarse de una plataforma de largo radio, la estructura cuenta con una malla metálica y algunos elementos de madera contrachapada para incrementar la resistencia.

La aeronave tiene 6,7 metros de envergadura, mide 4,4 metros de largo y tiene un peso máximo al despegue de 300 kilogramos. Si bien el propósito inicial era conseguir 1.000 kilómetros de alcance, las unidades de reconocimiento ucranianas han informado que sus capacidades de ataque se han expandido hasta los 2.000 kilómetros con una cabeza de guerra explosiva de 75 kilogramos a bordo.

En cuanto al método de navegación, el Liuty equipa un sistema inercial que le permite volar en lugares donde existen interferencias con la constelación GPS. Además, han incorporado un tubo pitot para garantizar la independencia de datos de vuelo elementales como la velocidad de vuelo.

El Tytan

Como explica el propio fabricante alemán, Tytan es un «interceptor autónomo de alta velocidad que minimiza el coste por combate contra amenazas de Clase II», es decir, drones con un peso máximo al despegue de entre 150 kg y 600 kg. Las primeras unidades de este modelo en particular recalaron en Ucrania a primeros del pasado enero.

El dron interceptor Tytan


El dron interceptor Tytan

Tytan Technologies

Omicrono

Puede volar a más de 250 km/h, tiene más de 15 km de alcance efectivo y pesa 5 kg, con la capacidad de llevar hasta 1 kg de carga útil. Eso le permite incluir algún tipo de explosivo para detonar los drones más grandes, pero dada su velocidad máxima puede prescindir de ello, ya que un choque directo inutilizaría o haría explotar al dron enemigo.

Para la detección y respuesta rápida frente a las amenazas, el software de Tytan Technologies está potenciado con una IA avanzada, aunque siempre se mantiene al hombre en el bucle (man in the loop), para que el operador tenga el control sobre las decisiones críticas.

Para fabricar el dron y ofrecerlo por un precio inferior a los 20.000 euros, según algunos informes, los ingenieros de Tytan Technologies han recurrido a la impresión 3D, que también permite deslocalizar la producción y facilitar su ensamblaje in situ. Además, su concepción modular permite adaptar la plataforma «para satisfacer las cambiantes necesidades operativas» de los posibles clientes.

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