El asteroide 2024 YR4 tiene ahora una probabilidad del 3,1% de golpear la Tierra en 2032, según los últimos datos de la NASA. De esta manera, se convierte en la roca espacial más amenazante jamás registrada por los pronósticos modernos. Sin embargo, los especialistas creen que por el momento no deberíamos preocuparnos demasiado.
Los últimos cálculos de la NASA estiman que el asteroide 2024 YR4, apodado «asesino de ciudades» porque su tamaño es suficiente para destruir una gran urbe, tiene ahora una probabilidad de impacto de un 3,1%: la roca espacial chocaría contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032, en una zona del planeta aún imposible de determinar hasta 2028, cuando se ubicará a una distancia que permitirá una observación más detallada.
Las estimaciones actuales de la agencia espacial estadounidense se traducen en una probabilidad de colisión de 1 en 32: sería aproximadamente lo mismo que adivinar correctamente el resultado de cinco lanzamientos consecutivos de monedas, según informa Phys.org a partir de información de la agencia AFP. A pesar de esto, el porcentaje se ha incrementado en pocos días de algo más del 1% a alrededor de un 2% y, ahora, al 3,1%.
Un hecho histórico
2024 YR4 tiene un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, que sería confirmado exactamente por el Telescopio Espacial James Webs (JWST) en los próximos meses. La convocatoria de «urgencia» al JWST para llevar adelante el análisis de la roca espacial en varias etapas a partir de marzo también ha encendido las alarmas en algunos sectores.
La última ocasión en la que un asteroide de más de 30 metros de tamaño planteó un riesgo tan importante fue Apophis en 2004, cuando llegó brevemente a un 2,7% de posibilidades de golpear la Tierra en 2029. En ese caso, observaciones adicionales desestimaron una posible colisión: los astrónomos creen que 2024 YR4 podría correr la misma suerte.
A pesar de esto, superar el umbral del 3% de posibilidades de impacto ya es histórico: ponen a 2024 YR4 como el asteroide potencialmente más amenazante que hayan considerado los registros modernos. Para la Agencia Espacial Europea (ESA) el riesgo es ligeramente inferior y se ubica en el 2,8%, aunque también sigue en aumento con respecto a las mediciones previas.
La esperanza está puesta en el telescopio Webb
La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), una colaboración mundial de defensa planetaria, emitió una primera advertencia el 29 de enero cuando la probabilidad de impacto superó el 1%: desde ese momento, las posibilidades de colisión han continuado incrementándose.
Si las probabilidades superan el 10%, IAWN realizaría una advertencia formal y una serie de recomendaciones para todos los miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tienen territorios en áreas potencialmente amenazadas, con el propósito de iniciar la preparación terrestre.
Es imposible determinar aún las regiones del planeta más amenazadas con cierta exactitud, hasta tanto el asteroide no vuelva a ser observado en otra posición en 2028. Según indica Live Science, se ha estimado igualmente una zona de posible impacto, que abarca distintas regiones de la Tierra.
El denominado «corredor de riesgo» se extiende a través del Océano Pacífico oriental, el norte de América del Sur, el Océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia, según la NASA. Ahora, las esperanzas están puestas en las observaciones del telescopio Webb, que podrían alejar el riesgo de impacto potencial o confirmar la alerta.