Hace unas semanas, el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, fue visto compartiendo mesa y conversación en un almuerzo distendido con un grupo de periodistas que trabajan en medios de comunicación de tendencia progresista. A pesar de sus conocidas disputas con varios de estos profesionales, y sus continuas críticas a la prensa tradicional, Iglesias mantiene lazos con figuras de este sector.
La relación de Pablo Iglesias con la prensa ha sido, históricamente, de amor y odio. Por un lado, ha actuado como un férreo crítico de los grandes medios, acusándolos de manipular la información y actuar en favor de intereses empresariales y políticos.
Por otro, sigue manteniendo contacto con periodistas cercanos a su línea ideológica, aunque haya tenido choques con algunos de los más conocidos representantes de la progresía mediática.
A pesar de las diferencias pasadas, el ambiente del almuerzo fue cordial y relajado, evidenciando que el exlíder de Podemos sigue manteniendo nexos con esos sectores de la prensa.
Cabe la pena resaltar que Iglesias ha sabido aprovechar el poder de los medios para posicionarse y seguir marcando agenda. Su canal digital y sus intervenciones en programas afines han servido para mantener un cierto nivel de influencia en la esfera pública.
En conversaciones con su entorno, el fundador de Podemos insistió en que la izquierda a la izquierda del PSOE tiene que promover una política de comunicación propia, con el fin de contrarrestar lo que considera un dominio de la derecha en la prensa tradicional.
