Para Juan Lull (Son Servera, 1935), con 90 primaveras recién cumplidas, no hay duda, el Decreto Cladera es una de las leyes «mejor hilvanadas». Lo deja dicho en sus memorias, presentadas este jueves en un emotivo acto en el que junto a él en el escenario no ha faltado su amigo Jaume Cladera. El exconseller de Turismo, quien firma el prólogo de Juan Llull, una vida, ha dibujado el perfil del presidente y fundador de Hipotels Hotels & Resorts subrayando cómo ha conjugado «la responsabilidad social con sus empleados» con «hacer rentable» su empresa.
El hotelero que ha vivido la velada, en el Hipotels Convention Center, en Playa de Palma con su particular bonhomía, no ha dudado en reconocer la tranquilidad con la que vive la sucesión: «No me preocupa la continuidad de la empresa, la familia está muy unida». Hacía la afirmación arropado por su esposa, María Dolores Sánchez, sus hijas, María Antonia, María Luisa y María Gabriela, y sus nietos. Del futuro del sector, el pionero de Cala Millor señala dos necesidades, incrementar la lucha contra la oferta ilegal y terminar con los alojamientos obsoletos transformándolos en viviendas.
«Hay vidas que merecen ser contadas», como «fuente de inspiración para futuras negociaciones», asegura María Antonia Llull, vicepresidenta de Hipotels
El acto arrancaba con las palabras de María Antonia Llul, vicepresidenta de Hipotels. «Hay vidas que merecen ser contadas», decía, para que sirvan de «fuente de inspiración para futuras generaciones». Para celebrar «toda una vida» –su padre cumplió 90 años el día 16 de febrero – el articulista y crítico José Antonio Pérez de Mendiola ha sido el encargado de «solo transcribir», aclaraba él, los recuerdos del hotelero. «Me hiciste un regalazo», zanjaba el autor de la biografía antes de pasar la palabra a Cladera.
Llull para gran disgusto de su familia abandonó los estudios y con 14 años como «castigo» paterno empezó a trabajar en el campo. Allí, dice Cladera, aprendió «la necesidad de sacrificio o la disciplina» y también adquirió aprendizaje para después «negociar mejor» cuando «no había más alternativa que los turoperadores», valiéndose de la unión con otros hoteleros de Cala Millor, «la primera zona de Mallorca que se puso al nivel de las pioneras».
El exconseller destaca la faceta del hotelero al que ha gustado construir sus propios hoteles o bien reformarlos a su gusto, «una gran ventaja».
La muerte de su padre y la operación a la que le sometió su hoy gran amigo Oriol Bonnín, dos de los momentos más difíciles de su vida
Llull durante el somero repaso a su vida ha señalado dos momentos difíciles de su vida. La muerte de su padre y la operación a la que le sometió su hoy gran amigo Oriol Bonnín. El cardiólogo no se ha perdido la celebración del hotelero y tampoco Rafa Nadal, su padre, Sebastián Nadal y su tío Miquel Àngel Nadal o entre otras autoridades, la presidenta del Govern, Marga Prohens, y el presidente insular, Llorenç Galmés. Entre los colegas que le han acompañado no faltaron Miguel Fluxá y sus hijas, Sabina y Gloria Fluxá, Simón Pedro Barceló, Margalida Ramis, Joan Trian Riu, Aurelio Vázquez o Gabriel Subías, además del presidente de los hoteleros, Javier Vich, y la de líder del sector en Cala Millor, Inés Batle. José Ramón Bauzá, Celestí Alomar, Pere Cañellas o José Francisco Conrado de Villalonga también estaban entre los invitados. Tampoco faltaron históricos trabajadores que han acompañado a Juan Lull desde el inicio de su trayectoria.