La gran (y maratoniana) cita para los amantes de la moda española que representa MBFWMadrid estuvo precedida por desfiles de varias marcas en diferentes puntos de la ciudad (Andrew Pocrid, María Lafuente…) y una fiesta de inauguración en la mítica discoteca madrileña Gabana Music Club, a la que asistieron la periodista Isabel Gemio, el escritor Boris Izaguirre, la cantante Rosa López o la actriz Mónica Cruz.
Tras esta festiva antesala, este jueves Ifema volvía a convertirse en un escaparate para nuestra industria, y presentará, hasta el día 23 (en el que tiene lugar EGO, dedicado a nuevos talentos), las colecciones de Otoño/Invierno 2025-2026 de algunas de las marcas más punteras del sector.
Pero, volviendo a la jornada inaugural, a mediodía arrancaba la primera pasarela a cargo de Baro Lucas. El vallisoletano destaca por su trabajo de costura a medida que ha seducido a actrices como Clara Lago y Belén Rueda o modelos como Laura Sánchez. Así, no es extraño que en el front row le arroparan varias famosas (Jaydy Michel, Marta Robles…). Bajo el título Aeterna Fall 2026 vimos desfilar a mujeres y hombres vistiendo piezas exquisitas, cortes limpios y sinuosos, sofisticados guantes, contrastes para las propuestas de noche (como vestidos largos combinados con americanas o trajes de noche con prints de raya dipomática) y un colorido sobrio entre el arena, el gris, el oro y el ocre para terminar con negro, seña de identidad de la firma. Lucas apuesta por tejidos y materiales ‘made in Spain’, como la lana de sastrería, el lino natural con lentejuelas y el terciopelo de algodón.
Le siguió Yolancris, fundada en 2005 por las hermanas Yolanda y Cristina Pérez y especializada en el diseño y la confección artesanal de vestidos de novia, fiesta y prêt-à-porter de lujo. Esta es una de esas casas españolas que cuenta con una notable expansión internacional: ha desfilado en París, Nueva York y Barcelona. De manera precisa y ante la mirada de invitadas como Carmen Lomana o Laura Escanes, la marca bebió de los años 70 del siglo pasado para reunir varias tendencias presentes. El romanticismo, el blanco y negro, las mangas abullonadas, las flores (bordadas o estampadas), el look bohemio o las transparencias.
Por su parte, desde la enseña de nueva sastrería Mans, su creador, el sevillano Jaime Álvarez desarrolla propuestas sólidas, influidas por los talleres de la londinense calle Saville Row y el patronaje japonés. En esta ocasión, hubo blazers y pantalones XXL, grandes abrigos, camisas impecables, tanto en hombre como en mujer, faldas lápiz para ellas con, de nuevo, transparencias, hombreras… Terminó con un traje de novia.
Titulada El Pellizco, la colección de Pedro del Hierro siempre supone un plato fuerte de cada edición de la Fashion Week. La firma del grupo Tendam, capitaneada por los directores creativos Nacho Aguayo y Álex Miralles (en las líneas de mujer y hombre respectivamente) se inspiró en una noche de éxtasis y fiesta. Y montó lo que viene siendo un gran espectáculo, con la música flamenca de Ángeles Toledano irradiando talento en directo, mientras Andrés Velencoso, Rocío Crusset o Lorena Durán paseaban con gracia, al ritmo de las palmas, lunares, volantes. Los tonos como rojo burdeos o el caldero y el blanco y negro fueron protagonistas… un desfile muy nuestro, sofisticado y, a la vez, accesible, que contemplaron con atención celebridades como Sara Carbonero e Isabel Jiménez, Marta Hazas o Tamara Falcó, que ha diseñado varias colecciones cápsula para la casa.