Canarias y Japón están separados por océanos, pero unidas por el mar. El Archipiélago celebró ayer su tradicional gala de 65º cumpleaños del emperador de Japón, Nahurito, desde el otro extremo del globo terráqueo como prueba del íntimo vínculo que une ambos territorios. Aunque la fecha de nacimiento del soberano debería celebrarse este domingo, la delegación de la embajada japonesa en Canarias decidió adelantar este año su conmemoración para que coincidiera en día laborable.
El acto oficial supuso la primera gran ceremonia del nuevo cónsul de Japón en Canarias, Shinji Yamada. El delegado nipón, que ha trabajado como diplomático en América del Norte, Europa, África y Oriente Medio, aprovechó la velada para anunciar la colaboración entre la empresa pesquera Unión Martín y Japan Tuna. «Hasta la fecha, el atún rojo capturado por pesqueros nipones se exportaba directamente al país. Ahora, la creación de un frigorífico permitirá disfrutar de este pescado exclusivo almacenado para consumo local y nacional», aplaudió Yamada.
El vínculo que une a la familia real española con la imperial japonesa
El emperador de Japón ha visitado España seis veces como príncipe heredero, entre 1976 y 2013, hasta que en 2019 accedió al trono por la abdicación de su padre Akihito. Yamada asegura que el soberano nipones mantiene una relación muy cercana con la familia real española, ya que el primer contacto del matrimonio emperador coincidió en palacio fue en 1986, cuando la infanta Elena de Borbón visitó Japón.
Entre los invitados de la sobria recepción celebrada en el Palacio de Congresos de Canarias del Auditorio Alfredo Kraus estuvo presente el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana; la presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez; la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón; y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, quienes pronunciaron unas palabras al comienzo del acto. Yamada cerró la jornada de celebración con el kampai, un brindis tradicional para festejar la cooperación entre España y la tierra del sol naciente.
La estrecha relación diplomática existente entre Japón y Canarias quedó de manifiesto en la ceremonia mediante la interpretación de un cántico tradicional por las hermanas Morimoto, residentes en Tenerife, además del reconocimiento de los vínculos comerciales entre ambas comunidades. Las empresas Ivi Dream Studio, Jaferi Jaferi y Sánchez y la tabacalera JTI Iberia participaron en la velada con una serie de puestos para dar a conocer la cultura nipona.
Apuesta por el anime
Ivi Dream Studio es un estudio de animación japonés con sede en las Islas Canarias. La empresa trata de difundir el anime y acercarla a los profesionales occidentales de la animación. La firma trabaja actualmente en regiones como Europa, América y Australia, donde tratan de acercar este género que mueve millones de euros. Su lema es El anime japonés en el mundo y en su equipo cumplen con la filosofía de ser un «puente en la industria internacional del anime».
Por su parte, Jaferi, Jaferi y Sánchez es una empresa familiar fundada en 1971 comienza a importar productos de fama internacional como la salsa de soja Kikkoman. La compañía aprovechó el desarrollo del turismo en las Islas para introducir estos productos, que gracias a su popularidad, en la actualidad pueden conseguirse en supermercados convencionales.
Además de la salsa de soja, que es un condimento esencial en las mesas japonesas, también exhibimos condimentos a base de ella que se han vuelto populares y apreciados en los hogares japoneses en los últimos años. Más de cinco décadas después, la segunda generación de la familia sigue gestionando el negocio con el mismo compromiso, ofreciendo el mayor surtido de productos japoneses en Canarias.
El último stand de la sala correspondía a la compañía tabacalera JTI Iberia, que cuenta con una fábrica en Tenerife. El clúster se fundó en 1999, cuando JT Group, su empresa matriz, adquirió el negocio internacional de la empresa estadounidense R.J. Reynolds.
En la actualidad, es la empresa tabaquera con mayor crecimiento, con operaciones en más de 30 países, entre ellos la Península, las Islas Canarias y Portugal, donde cuenta con más de 900 empleados. El expositor presentó diversos artículos culturales japoneses, como máscaras y campanas de viento. La tradición ancestral de la cerámica japonesa se combinó con el arte de la caligrafía para elaborar las tradicionales campanillas furin.