La cotización del oro toca nuevos máximos históricos y se acerca cada vez más al nivel de los 3.000 dólares por onza en un contexto de tensión creciente ante los planes arancelarios del presidente de EEUU, Donald Trump, que han avivado el temor a una mayor inflación y una guerra comercial mundial.

El clima de aversión al riesgo ha elevado el precios de metal precioso, que alcanza un nuevo pico por décima vez este año. De hecho, en lo que va de 2025, el oro acumula una revalorización de alrededor del 12%, después de que, en 2024, registrara una subida del 27%.

Las amenazas, que comienzan a hacerse realidad de Trump de imponer más aranceles comerciales ha respaldado la demanda de activos refugios como el oro.

«Tras un espectacular repunte en 2024, el oro sigue brillando en 2025«, destaca Yves Bonzon, CIO de Julius Baer. Añade que mantienen «una postura estratégica positiva sobre el oro en un contexto de gran incertidumbre geopolítica, aumentando ligeramente nuestra posición actual».

Sin embargo, «somos conscientes del riesgo de cola que supondría un acuerdo de paz en Ucrania, un supuesto en el que el oro podría ser objeto de una repentina recogida de beneficios si un eventual acuerdo incluyera una cláusula para descongelar los activos rusos retenidos en EEUU», dice.

«Las ganancias consecutivas del oro se dan después de que se conociera un nuevo capítulo de la guerra comercial después de que Trump anunciara una ampliación de aranceles, lo que contribuye a alimentar la incertidumbre sobre el rumbo de la economía estadounidense y global«, apunta Samer Hasn, analista de mercado sénior de XS.com.

Cree que, «si bien la incertidumbre sobre el futuro de las economías de otros países debido a esta guerra y las medidas de represalia que puedan tomar contra los intereses y las empresas estadounidenses se encuentran entre los factores positivos más importantes para la demanda de oro, esta demanda de refugio seguro le da la capacidad de enfrentar los riesgos al alza de la inflación derivados de esta guerra comercial y las perspectivas de ajuste de la política monetaria que seguirán».

De su lado, Inki Cho, consultor estratega de mercados financieros de Exness, indica en que «la tendencia alcista podría enfrentar obstáculos si se materializa un acuerdo con China. Un acuerdo de ese tipo podría aliviar las tensiones comerciales globales y reducir la demanda de oro, lo que podría desencadenar una presión de venta».

Para Rania Gule, analista de mercado sénior en XS.com, los precios del oro siguen atrayendo «compras persistentes en medio de preocupaciones globales que empujan a los inversores hacia activos de refugio seguro. El oro siempre se considera un refugio en tiempos de tensiones económicas y geopolíticas, y actualmente, me parece que varios factores entrelazados están influyendo en los movimientos del precio del oro, incluidas las expectativas en torno a los recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, así como los acontecimientos geopolíticos relacionados con la guerra comercial y las tensiones entre las principales potencias».

Por otra parte, las expectativas de un recorte de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal ponen a los alcistas del dólar a la defensiva.

«Normalmente, los recortes de los tipos de interés reducen el atractivo de los rendimientos del dólar estadounidense, lo que aumenta el atractivo del oro como inversión alternativa. Por lo tanto, las expectativas de flexibilización monetaria significan que el dólar estadounidense puede enfrentarse a presiones, lo que abre la puerta a un movimiento alcista del oro. Estos movimientos ayudan a explicar por qué el oro sigue estando en una posición sólida en medio de estas preocupaciones económicas y geopolíticas», afirma.

En su, las preocupaciones en torno a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, junto con las políticas arancelarias del presidente Donald Trump, «añaden otra capa de apoyo a los precios del oro. Ante la posibilidad de que la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo empeore, el mercado se está orientando hacia activos de refugio seguro, con el oro a la cabeza. Si bien los mercados siguen sin estar seguros de la profundidad del impacto de esta guerra en la economía mundial, las previsiones sugieren que una escalada podría ejercer presión sobre los mercados financieros y aumentar el atractivo del oro como cobertura».

Por lo tanto, espera que cualquier retroceso correctivo en los precios del oro pueda ser visto como una oportunidad de compra: «El hecho de que el oro se mantenga cerca de sus máximos históricos sugiere un fuerte apoyo en los mercados del oro, y parece probable que la tendencia general se mantenga al alza. Dada la debilidad esperada en el dólar estadounidense y las continuas preocupaciones comerciales y geopolíticas, espero que el oro mantenga su posición fuerte en breve».

En conclusión, considera que «el oro se mantendrá en una posición sólida, respaldado tanto por las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal como por las preocupaciones actuales sobre la escalada del comercio mundial. Si bien el mercado sigue ansioso por lo que revelarán las actas de la reunión del FOMC, los movimientos actuales indican que el oro puede continuar su trayectoria ascendente si estos factores siguen influyendo en los mercados».

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