1. Cambiar de estrategia: aceptar las derrotas parlamentarias
  2. Suavizar el enfrentamiento entre Pilar Alegría y Yolanda Díaz
  3. Presentar iniciativas aunque decaigan para movilizar al electorado
  4. El PSOE no se mueve de su postura sobre el SMI
La ministra Portavoz, Pilar Alegría, durante una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa, a 18 de febrero de 2025, en Madrid.

El ala socialista del Gobierno ha trazado un plan tras el choque con Sumar por la aplicación del IRPF al salario mínimo para relativizar la importancia de las derrotas parlamentarias. Hasta ahora, el Ejecutivo había tratado de evitarlas retrasando su tramitación, pero el revés sobre el SMI se antoja inevitable dadas las posturas del Ministerio de Hacienda y de Trabajo.

De ahí que los ministros del PSOE comiencen a trasladar que es “normal” perder una votación en la Cámara Baja, y traten de restar importancia a los reveses parlamentarios que puedan producirse. Todo con la mirada puesta en las proposiciones presentadas por Sumar, Podemos o el Partido Popular para tumbar la decisión de la ministra del ramo, María Jesús Montero.

Todos los partidos del arco parlamentario se han situado en contra de que el SMI tribute el IRPF. El Gobierno estudia vetar las PL registradas por los grupos, pero la Mesa —con Sumar y PP en mayoría— puede tumbar esa decisión.

Cambiar de estrategia: aceptar las derrotas parlamentarias

El Gobierno asegura, en privado, que su posición, contraria a Sumar, no es matizable. “Opinamos distinto, es un hecho y hay que aceptarlo. Es normal que esto pase en gobiernos de coalición con distintas sensibilidades”, afirman entre bambalinas en Moncloa.

Una argumento que sirve como paso previo para legitimar la continuidad del Ejecutivo a pesar de que el Congreso rechace sus iniciativas. “Sumar está en todo su derecho de presentar una proposición. Y si el Parlamento decide quitar la razón al Gobierno, es lo que hay. Así funcionan las democracias”, añaden las mismas fuentes.

Suavizar el enfrentamiento entre Pilar Alegría y Yolanda Díaz

Estos argumentos sirven también a Moncloa para restar gravedad al choque que ha dividido al Ejecutivo. La rueda de prensa de la semana pasada, posterior al Consejo de Ministros que aprobó la subida del SMI a 1.184 euros brutos mensuales en catorce pagas, se convirtió en un cruce de argumentarios entre la portavoz, Pilar Alegría, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Sin embargo, la parte socialista se centra ahora en redirigir el foco hacia la medida —que supone un aumento del 61% del salario mínimo desde que llegó el presidente, Pedro Sánchez, al poder— y quitar toda importancia al rifirrafe con Sumar.

“Es un Gobierno de coalición, hay diferencias y es evidente. No pasa más”, aseveran fuentes gubernamentales, aunque lamentan que el nuevo salario quedase opacado por el enfrentamiento público entre ministras.

Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el Complejo de La Moncloa, a 7 de enero de 2025, en Madrid.
Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el Complejo de La Moncloa, a 7 de enero de 2025, en Madrid.

Presentar iniciativas aunque decaigan para movilizar al electorado

El Gobierno quiere movilizar al electorado cuanto antes. Tanto el PSOE como Sumar han detectado que la caída del bloque en las encuestas se debe la falta de iniciativas aprobadas en el Parlamento. La legislatura pasada, a pesar de gobernar en coalición y con minoría en la Cámara Baja, el Ejecutivo batió el récord de normas aprobadas en un mandato.

“Vamos a una legislatura de menos leyes, por eso las que aprobemos tienen que tener un apoyo total”, analizaban ministros poco después de la investidura de Sánchez. Sin embargo, no se esperaban que Junts complicase tanto sus planes.

PSOE y Sumar han pasado del miedo a perder votaciones por el “no” de Junts o de Podemos, al temor de perder una parte del electorado por no presentar iniciativa alguna. Por eso, ambos partidos han decidido acelerar su agenda legislativa, tramitar proyectos, decretos y proposiciones, e intentar depositar en la oposición la responsabilidad de votar en contra.

Este plan salió a la perfección con el decreto ómnibus que incluía la revalorización de las pensiones. El PP votó en contra y la presión de los barones llevó a Alberto Núñez Feijóo, líder de la formación, a cambiar el sentido del voto.

Con este plan de relativizar las derrotas, Moncloa va un paso más allá, y trata de afianzar la idea de presentar más medidas ante el Congreso.

El PSOE no se mueve de su postura sobre el SMI

Hacienda asegura, una y otra vez, su negativa frontal a tocar una sola coma de los tramos del IRPF. “Nuestra posición es clara y no vamos a movernos. Consideramos que quienes cobran el SMI han alcanzado una renta suficiente para tributar el IRPF”, aseguran desde la parte socialista del Gobierno. Y añaden que se trata de una tasa que solo tendrán que pagar uno de cada cinco trabajadores que perciben del salario mínimo.

La postura de Montero no admite matices, según afirman desde su equipo. Ni bonificaciones ni trucos para llegar a un acuerdo. Afirman que no quieren modificar nada. Además, se escudan en que quienes cobran 16.500 euros anuales, ya pagaban IRPF. Es decir, que la decisión de Hacienda se limita a no subir el mínimo exento.

En el Ejecutivo sostienen que no hay vuelta atrás: “Si perdemos la votación, que así sea”, concluyen.

La ministra Portavoz,, Pilar Alegría; la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, llegan a la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa.
La ministra Portavoz,, Pilar Alegría; la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, llegan a la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa.

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