La Premier League ha revivido. Cuando parecía todo visto para sentencia para que el Liverpool vuelva a ganar el título cinco años después y por primera vez en su historia con público en las gradas, se ha abierto una puerta a la esperanza. El empate de los de Arne Slot ante el Aston Villa de Unai Emery (2-2), su segundo consecutivo con este mismo resultado tras el resbalón en el caliente derbi ante el Everton, insufla de esperanza a un Arsenal que ya daba la guerra por perdida.

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