El colectivo de víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE) ha denunciado hoy la concesión de dos terceros grados a presos de ETA «no arrepentidos» de sus crímenes y en contra de los criterios establecidos por la ley. En una nota, han denunciado que a Jon Zubiaurre Aguirre y Javier Zabalo Beitia se les condena la progresión a un régimen de semilibertad sin haberse desvinculado de «las estructuras de control de los presos de ETA» que hace la izquierda abertzale.
Covite añade que también se ha concedido el tercer grado a otro preso relacionado con la banda terrorista, Iván Apaolaza Sancho. Sin embargo, aclara que en este caso sí se ha podido acreditar arrepentimiento y alejamiento del entorno afín a la izquierda abertzale y al colectivo de familiares de presos de ETA, Etxerat. Apaolaza no figura en la lista que elabora esta asociación y en la que sí se incluye a la mayoría de presos de la banda que aún cumplen condena.
«Actos de fe»
La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, insiste en que la izquierda abertzale sigue prohibiendo a los presos arrepentirse y colaborar con la justicia, «es algo público y notorio desde hace muchos años», apunta. Reitera que estos dos requisitos son exigidos por ley para acceder a la progresión de grado: «Si están en la órbita de la izquierda abertzale son tratados como héroes o presos políticos’, no hay mayor prueba de que no están arrepentidos de sus crímenes».
Rechaza que se apele a «supuestas pruebas de arrepentimiento» que esgrime el Gobierno vasco y que se basan en «unas cartas manuscritas que nunca se hacen públicas»: «Esas cartas son una burla a este requisito legal. Es un insulto a las víctimas que se nos pidan actos de fe en esas cartas. No se puede estar con la izquierda abertzale y estar arrepentidos».
Para Ordóñez, progresiones como estas son «fraudulentas» y suponen un «ataque frontal al derecho de las víctimas a la justicia». Considera que así se sigue «a rajatabla una de las exigencias de ETA para dejar de matar; vacía las cárceles’ de sus presos sin exigirles arrepentimiento y con trampas al Estado de Derecho».