El Real Madrid y, sobre todo, Kylian Mbappé son mucho para este City y para este Guardiola. El delantero francés se robó todas las miradas en su primera gran noche europea con la camiseta blanca. Tres goles metió al equipo de Mánchester, sobrepasado y sin dar miedo en toda la eliminatoria. Al campeón no le hizo falta la mística del Bernabéu, sólo el huracán de Bondy. [Narración y estadísticas: Real Madrid 3-1 Manchester City]
El Manchester City, campeón de Europa en 2023, se despide de esta Champions por la puerta de atrás. Sin pisar los octavos de final. Pep —derrotado cinco veces por Ancelotti en la competición continental— sufrió su peor noche como entrenador en el Bernabéu. El técnico catalán, al que los madridistas le cantaron «quédate», es el gran perdedor de esta eliminatoria. Un fin de ciclo.
Ahora, al Madrid le tocará el Atleti o el Leverkusen en octavos. Este sí es el Madrid que se espera en Champions, el campeón, y será el ‘coco’ en el sorteo del viernes. Todos los equipos, y no sólo sus dos posibles rivales, mirarán para qué lado del cuadro caen los blancos. Da igual el formato, esta es su competición.
Pep Guardiola, durante el partido contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu
EFE
Ancelotti recuperó para el partido a Rüdiger, por lo que devolvió a Tchouaméni a su posición de mediocentro, y mandó a Camavinga al banquillo. El once del City trajo consigo el sorpresón de la noche: la suplencia de Haaland. Sin el noruego, Guardiola dio paso al egipcio Marmoush junto a otros dos de sus refuerzos invernales, el español Nico González —su «mini Rodri», como le definió días atrás— y el lateral Kushanov.
El Madrid salió metido al partido, sin especular con el marcador global. Fue en lo que más insistió durante toda la semana Ancelotti. Ante el City, por muy mal que esté o las bajas que tenga, no vale eso. Los de Guardiola, al contrario, se vieron desbordados demasiado rápido y eso, en el Bernabéu, suele salir caro. Cuatro minutos fueron suficientes para liquidar a los ingleses.
La verdad del City en cuatro minutos
El 1-0 fue, en una palabra, una genialidad. Desplazamiento en largo perfecto de Raúl Asencio, de 40 metros, al estilo del que le metió a Bellingham en su debut con el primer equipo, pero esta vez para Mbappé. El francés se coló entre los centrales —terrible Rúben Dias, que encima se iría lesionado a los minutos— y bombeó el balón sobre Ederson para firmar un gol brillante. A la primera que tuvo, el Madrid sacó el machete.
Dias dejó su sitio a Aké, mientras Guardiola no despegaba sus manos de la cabeza. Inicio terrorífico de partido para él. Gol en contra, lesión de uno de los suyos y sin Haaland en el campo para buscar lo que ya se podía considerar una hazaña. El Madrid seguiría acechando el área del City. La noche pintaba larga para Pep.
Los de Ancelotti insistieron atacando las espaldas de los centrales, que es por donde más sufrió el City en la ida y también aquí. Lo sabía Bellingham, que buscó al hueco a Vinicius. El ‘7’ vio entrar a su compatriota Rodrygo por dentro, sobre la frontal, aunque el pase se le fue algo largo. No hay problema que estos jugadores de tanta calidad no sepan solucionar.
Mbappé, en su segundo gol contra el Manchester City
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Rodry inventó, filtró el balón dentro del área a Mbappé y este, en vez de tirar de primeras como hubiera hecho cualquier mortal, sacó el genio de la lámpara. Recorte a Gvardiol, que tardará días en encontrar su cadera, y definición impecable. Ahí quedó claro que era la noche de Kylian.
Con el 2-0 en el minuto 33, la agonía del City no hacía más que crecer. Salir vivo del Bernabéu era un imposible. Más aún si al mínimo signo de peligro que creaba, aparecía Asencio. Un tackle del canterano a Marmoush, pasados sólo dos minutos del segundo de Mbappé, se celebró casi tanto como el gol. Este muchacho canarión ha llegado para quedarse y sabe cómo volver loco al Bernabéu.
Poco más le quedó a la primera parte, más que una amarilla a Bellingham. El inglés, uno de los seis apercibidos en la convocatoria del Real Madrid, será el único que se perderá la ida de los octavos por sanción. El City entero se marchó al vestuario cabizbajo. Normal si no haces un solo tiro a puerta en 45 minutos estando obligado a remontar. Los de Ancelotti, con sensaciones casi inmejorables y Mbappé desatado, tenían ante sí la oportunidad de darse un homenaje ante su gran rival europeo de los últimos años.
El argumento no iba a cambiar en la segunda parte. El City, así, da para lo que da y se vio en Chamartín. La misión de los sky blues, que necesitaban tres goles para irse a la prórroga, era ya contener una goleada humillante. Las sensaciones, sin embargo, era que el tercero iba a caer.
Mbappé vino para estas noches
Se encargó de ello Mbappé, quién sino. Llegó en el minuto 61. Si en el primer gol la picó y en el segundo hizo malabares con los pies, para cerrar el hat-trick —su segundo con el Madrid— tiró de uno de sus clásicos: disparo cruzado casi desde la línea de la frontal, presionado muy tímidamente por Foden, y balón para dentro por mucho que Ederson estirara los dedos. Kylian puso a hervir el Bernabéu. No era para menos. Se le fichó para actuaciones así. Es un arma de destrucción masiva.
El 3-0 dio paso a la fiesta en la Castellana. Antes del minuto 70 se cantó con una ironía punzante «Guardiola, quédate» y se corearon «olés» en las posesiones del Madrid. El colmo pudo llegar en el 74′ cuando Vinicius, hoy servicial a Mbappé y menos protagonista, quiso unirse a la goleada. Una pena que Ederson, su compañero de selección, le sacara una espectacular mano.
Ancelotti movió el banquillo cuando el repaso a Guardiola, su colega contra el que se ha medido diez veces en Europa, era un hecho. Se fueron ovacionados Ceballos y Mbappé y entraron Camavinga y Brahim. Tchouaméni fue el siguiente en salir, sumando más buenos minutos —ahora en su posición— y cumpliendo con su objetivo de no ver amarilla al estar apercibido. Los últimos sustituidos serían Vinicius y Valverde —¡qué gran lateral es el uruguayo!— por Endrick y Alaba.
Vinicius se lamenta tras una ocasión contra el Manchester City
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Fue indulgente el Madrid en los minutos finales y el marcador se acabó moviendo, pero para el lado del City. En el descuento, un disparo lejano de Marmoush dio al larguero, luego en la espalda de Courtois y, al rechace, marcó Nico. No tuvo incidencia alguna más que dejar al portero belga sin su primera portería a cero en esta Champions.
El campeón se dio por servido y pone el foco en la siguiente ronda, los octavos, donde espera el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso o el Atlético de Madrid —hace ocho años del último derbi en Champions—. Tanto los alemanes como los colchoneros tienen razones para temblar. Este Madrid es otra cosa respecto al de la fase de liga; para empezar, un claro aspirante al título.
Real Madrid 3-1 Manchester City
Real Madrid: Courtois; Fede Valverde (Alaba, m.90), Rüdiger, Raúl Asencio, Mendy; Tchouaméni (Modric, m.82), Ceballos (Camavinga, m.78), Bellingham; Rodrygo, Vinícius (Endrick, m.90) y Mbappé (Brahim, m.77).
Manchester City: Ederson; Khusanov, Stones (Aké, m.8), Rubén Dias, Gvardiol; Nico González, Gündogan (Kovacic, m.77), Bernardo Silva; Foden (McAtee, m.77), Savinho y Omar Marmoush.
Goles: 1-0, m.4: Mbappé. 2-0, m.33: Mbappé. 3-0, m.61: Mbappé. 3-1, m.91: Nico González.
Árbitro: István Kovács (RUM). Amonestó a Bellingham (38) por el Real Madrid; y a Gündogan (27), Nico (47) por el City.
Incidencias: encuentro correspondiente a la vuelta del ‘play off’ de acceso a los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 74.100 espectadores, cerca de 2.000 seguidores del City.